Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces puse delante de los hombres de la casa de los Recabitas jarras y tazas llenas de vino, y les dije: "Beban vino." (Jeremías 35:5)
Pero ellos dijeron: "No beberemos vino, porque Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, nos ordenó: 'No beberán vino jamás, ni ustedes ni sus hijos. (Jeremías 35:6)
Tampoco edificarán casa, ni sembrarán simiente, ni plantarán viña, ni poseerán ninguna, sino que habitarán en tiendas todos sus días, para que vivan muchos días en la tierra donde son peregrinos.' (Jeremías 35:7)
Y nosotros hemos obedecido la voz de Jonadab, hijo de Recab, nuestro padre, en todo lo que él nos mandó de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos, ni nuestras hijas,
y de no edificarnos casa en donde morar, y de no tener viña, ni campo, ni siembra. (Jeremías 35:9)
Hemos habitado solamente en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todo lo que nos mandó nuestro padre Jonadab. (Jeremías 35:10)
Pero sucedió que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra la tierra, dijimos: 'Vengan y huyamos a Jerusalén ante el ejército de los Caldeos y ante el ejército de los Arameos.' Por eso habitamos en Jerusalén." (Jeremías 35:11)

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Jeremías 35:8 - Referencia Cruzada

Oye, hijo mío, recibe mis palabras, Y muchos serán los años de tu vida. (Proverbios 4:10)
Hijos, sean obedientes a sus padres en todo, porque esto es agradable al Señor. (Colosenses 3:20)
Oigan, hijos, la instrucción de un padre, Y presten atención para que ganen entendimiento, (Proverbios 4:1)
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre Y no abandones la enseñanza de tu madre; (Proverbios 6:20)
El hijo sabio acepta la disciplina de su padre, Pero el insolente no escucha la reprensión. (Proverbios 13:1)
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre Y no abandones la enseñanza de tu madre; (Proverbios 1:8)