Nueva Biblia Latinoamericana
Tal vez escuchen y cada uno se vuelva de su mal camino, y Yo me arrepienta del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus obras.' (Jeremías 26:3)
Tú les dirás: 'Así dice el SEÑOR: "Si no Me escuchan, para andar en Mi ley que he puesto delante de ustedes, (Jeremías 26:4)
para que escuchen las palabras de Mis siervos los profetas que les he enviado repetidas veces, pero no los han escuchado, (Jeremías 26:5)
entonces pondré esta casa como Silo, y esta ciudad la pondré por maldición para todas las naciones de la tierra."'"
Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras en la casa del SEÑOR. (Jeremías 26:7)
Cuando Jeremías terminó de decir todo lo que el SEÑOR le había mandado que hablara a todo el pueblo, lo apresaron los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo, diciendo: "De cierto, morirás. (Jeremías 26:8)
¿Por qué has profetizado en nombre del SEÑOR, diciendo: 'Esta casa será como Silo y esta ciudad quedará desolada sin habitante alguno?'" Y todo el pueblo se congregó contra Jeremías en la casa del SEÑOR. (Jeremías 26:9)

Otras publicaciones relacionadas con "Jeremías 26:6":

Charles Spurgeon
Nuestra palabra no regresará vacía
Artículo sobre la importancia de hablar por Dios y alimentar a otros con sus palabras, basado en la historia de Jeremías como siervo especial de Dios.


Andrés Cisterna
Rogad al Señor por la paz de esta ciudad
En este artículo, Andrés Cisterna nos habla de la importancia de procurar el bienestar de la ciudad en la que estamos y rogar por ella a Dios para que su paz descienda sobre nosotros. Debemos promover la justicia, la bondad y la misericordia en nuestra ciudad y levantarnos para servir a su creación en este mundo.


Jeremías 26:6 - Referencia Cruzada

porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante del SEÑOR cuando oíste lo que hablé contra este lugar y contra sus habitantes, que vendrían a ser desolación y maldición, y has rasgado tus vestidos y has llorado delante de Mí, ciertamente te he oído,' declara el SEÑOR. (2 Reyes 22:19)
Ciertamente todo Israel ha transgredido Tu ley y se ha apartado, sin querer obedecer Tu voz. Por eso ha sido derramada sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra El. (Daniel 9:11)
Los haré motivo de espanto y de calamidad para todos los reinos de la tierra, de oprobio y refrán, de burla y maldición en todos los lugares adonde los dispersaré. (Jeremías 24:9)
Su nuera, la mujer de Finees, estaba encinta y a punto de dar a luz, y al oír la noticia que el arca de Dios había sido tomada y que su suegro y su marido habían muerto, se arrodilló y dio a luz, porque le sobrevinieron los dolores de parto. (1 Samuel 4:19)
provocándome a ira con la obra de sus manos, quemando sacrificios a otros dioses en la tierra de Egipto, adonde han entrado a residir, de modo que sean exterminados y vengan a ser maldición y oprobio entre todas las naciones de la tierra? (Jeremías 44:8)
a Jerusalén y a las ciudades de Judá, a sus reyes y a sus príncipes, para ponerlos por desolación, horror, burla y maldición, como hasta hoy; (Jeremías 25:18)
Abandonó la morada en Silo, La tienda que había levantado entre los hombres, (Salmos 78:60)
Por tanto, profanaré a los príncipes del santuario, Y entregaré a Jacob al anatema (a la destrucción) y a Israel al oprobio. (Isaías 43:28)
Los Filisteos pelearon, Israel fue derrotado y cada cual huyó a su tienda; la mortandad fue muy grande, pues de Israel cayeron 30,000 soldados de a pie. (1 Samuel 4:10)
El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que Yo venga y hiera la tierra con maldición (destrucción total)." (Malaquías 4:6)
Y dejarán su nombre como maldición a Mis escogidos. El Señor DIOS te matará, Pero Mis siervos serán llamados por otro nombre. (Isaías 65:15)
Ahora pues, vayan a Mi lugar en Silo, donde al principio hice morar Mi nombre, y vean lo que hice con él a causa de la maldad de Mi pueblo Israel. (Jeremías 7:12)
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: "Como se derramó Mi ira y Mi furor sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará Mi furor sobre ustedes cuando entren en Egipto. Y serán motivo de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio, y no verán más este lugar." (Jeremías 42:18)
Por causa de ellos será tomada esta maldición por todos los desterrados de Judá que están en Babilonia: "Que el SEÑOR te haga como a Sedequías y como a Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego. (Jeremías 29:22)
Entonces toda la congregación de los Israelitas se reunió en Silo, y levantaron allí la tienda de reunión; y la tierra estaba sometida delante de ellos. (Josué 18:1)
El SEÑOR no pudo soportar más, a causa de la maldad de las obras de ustedes y a causa de las abominaciones que habían cometido. Por eso su tierra fue convertida en ruinas, en objeto de horror y maldición, sin habitantes, como está hoy. (Jeremías 44:22)