Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos, Y descendiste, los montes se estremecieron ante Tu presencia. (Isaías 64:3)
Desde la antigüedad no habían escuchado ni puesto atención, Ni el ojo había visto a un Dios fuera de Ti Que obrara a favor del que esperaba en El. (Isaías 64:4)
Sales al encuentro del que se regocija en practicar la justicia, De los que se acuerdan de Ti en Tus caminos. Pero Te enojaste porque pecamos; Continuamos en los pecados por mucho tiempo, ¿Y seremos salvos? (Isaías 64:5)
Todos nosotros somos como el inmundo, Y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas. Todos nos marchitamos como una hoja, Y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.
Y no hay quien invoque Tu nombre, Quien se despierte para agarrarse de Ti. Porque has escondido Tu rostro de nosotros Y nos has entregado al poder de nuestras iniquidades. (Isaías 64:7)
Pero ahora, oh SEÑOR, Tú eres nuestro Padre, Nosotros el barro, y Tú nuestro alfarero; Obra de Tus manos somos todos nosotros. (Isaías 64:8)
No Te enojes en exceso, oh SEÑOR, Ni para siempre Te acuerdes de la iniquidad. Mira, Te rogamos, todos nosotros somos Tu pueblo. (Isaías 64:9)

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Isaías 64:6 - Referencia Cruzada

¿Cómo puede un hombre, pues, ser justo con Dios? ¿O cómo puede ser limpio el que nace de mujer? (Job 25:4)
Yo nací en iniquidad, Y en pecado me concibió mi madre. (Salmos 51:5)
El viento los envuelve en sus alas, Y se avergonzarán de sus sacrificios. (Oseas 4:19)
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno. Porque el querer está presente en mí, pero el hacer el bien, no. (Romanos 7:18)
Porque dices: 'Soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad.' No sabes que eres un miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo. (Apocalipsis 3:17)
Entonces dije: "¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, Porque mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR de los ejércitos." (Isaías 6:5)
He sabido de Ti sólo de oídas, Pero ahora mis ojos Te ven. (Job 42:5)
Yo soy insignificante; ¿qué puedo yo responderte? Mi mano pongo sobre la boca. (Job 40:4)
Uno de los ancianos habló diciéndome: "Estos que están vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido?" (Apocalipsis 7:13)
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, Nos apartamos cada cual por su camino; Pero el SEÑOR hizo que cayera sobre El La iniquidad de todos nosotros. (Isaías 53:6)
Josué estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. (Zacarías 3:3)
No así los impíos, Que son como paja que se lleva el viento. (Salmos 1:4)
Oigan esto, casa de Jacob, los que llevan el nombre de Israel Y salieron de las entrañas de Judá, Los que juran por el nombre del SEÑOR Y hacen mención del Dios de Israel, Pero no en verdad ni en justicia, (Isaías 48:1)
Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros. (Tito 3:3)
y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la Ley, sino la que es por la fe en Cristo (el Mesías), la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe, (Filipenses 3:9)
Escúchenme ustedes, duros de corazón, Que están lejos de la justicia. (Isaías 46:12)
y el rico en su humillación, pues él pasará como la flor de la hierba. (Santiago 1:10)
Yo declararé tu justicia y tus hechos, Pero de nada te aprovecharán. (Isaías 57:12)
En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: "Un viento abrasador de las alturas desoladas del desierto, en dirección a la hija de Mi pueblo, no para aventar, ni para limpiar, (Jeremías 4:11)
Porque: "TODA CARNE ES COMO LA HIERBA, Y TODA SU GLORIA COMO LA FLOR DE LA HIERBA. SECASE LA HIERBA, CAESE LA FLOR, (1 Pedro 1:24)
Entonces dijo: "Esta es la Maldad." Y la arrojó al interior del efa (de la cesta) y arrojó la tapa de plomo sobre su abertura. (Zacarías 5:8)
Una voz dijo: "Clama." Entonces él respondió: "¿Qué he de clamar?" Que toda carne (todo ser viviente) es como la hierba, y todo su esplendor es como la flor del campo. (Isaías 40:6)
Tú los has barrido como un torrente, son como un sueño; Son como la hierba que por la mañana reverdece; (Salmos 90:5)
¿Qué es el hombre para que sea puro, O el nacido de mujer para que sea justo? (Job 15:14)
¿Quién hará algo limpio de lo inmundo? ¡Nadie! (Job 14:4)
¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? (Romanos 7:24)
Y El les dio vida a ustedes, que estaban muertos en (a causa de) sus delitos y pecados, (Efesios 2:1)