Nueva Biblia Latinoamericana
Pero éste es un pueblo saqueado y despojado, Todos están atrapados en cuevas, O escondidos en prisiones. Se han convertido en presa sin que nadie los libre Y en despojo sin que nadie diga: "Devuélvelos." (Isaías 42:22)
¿Quién de ustedes prestará oído a esto? ¿Quién pondrá atención y escuchará en el futuro? (Isaías 42:23)
¿Quién entregó a Jacob al despojo, Y a Israel a los saqueadores? ¿No fue el SEÑOR, contra quien pecamos? En Sus caminos no quisieron andar, Ni obedecieron Su ley. (Isaías 42:24)
Por eso derramó sobre él el ardor de Su ira Y la violencia de la batalla. Le prendió fuego por todos lados, Pero él no se dio cuenta; Lo consumió, pero él no hizo caso.
Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, Y el que te formó, oh Israel: "No temas, porque Yo te he redimido, Te he llamado por tu nombre; Mío eres tú. (Isaías 43:1)
Cuando pases por las aguas, Yo estaré contigo, Y si por los ríos, no te cubrirán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, Ni la llama te abrasará. (Isaías 43:2)
Porque Yo soy el SEÑOR tu Dios, El Santo de Israel, tu Salvador; He dado a Egipto por tu rescate, A Cus (Etiopía) y a Seba en lugar tuyo. (Isaías 43:3)

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Isaías 42:25 - Referencia Cruzada

Si no escuchan, y si no deciden de corazón dar honor a Mi nombre," dice el SEÑOR de los ejércitos "enviaré sobre ustedes maldición, y maldeciré sus bendiciones; y en verdad, ya las he maldecido, porque no lo han decidido de corazón. (Malaquías 2:2)
En presencia de Su indignación, ¿quién resistirá? ¿Quién se mantendrá en pie ante el ardor de Su ira? Su furor se derrama como fuego, Y las rocas se despedazan ante El. (Nahúm 1:6)
Y quemó la casa del SEÑOR, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén; prendió fuego a toda casa grande. (2 Reyes 25:9)
¿Y de quién te asustaste y tuviste miedo, Cuando mentiste y no te acordaste de Mí, Ni pensaste en ello? ¿No es acaso porque he guardado silencio por mucho tiempo Que no Me temes? (Isaías 57:11)
¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Estarás enojado para siempre? ¿Arderán como fuego Tus celos? (Salmos 79:5)
Pero el pueblo no ha vuelto a Aquel que los hirió, No han buscado al SEÑOR de los ejércitos. (Isaías 9:13)
Los reuniré y atizaré sobre ustedes el fuego de Mi furor, y serán fundidos en medio de Jerusalén. (Ezequiel 22:21)
Oh, SEÑOR, ¿no buscan Tus ojos la verdad? Tú los heriste, Mas no les dolió; Tú los consumiste, Mas ellos rehusaron recibir corrección. Endurecieron sus rostros más que la roca, Rehusaron arrepentirse. (Jeremías 5:3)
Ahora pronto derramaré Mi furor sobre ti y descargaré Mi ira contra ti. Te juzgaré conforme a tus caminos y traeré sobre ti todas tus abominaciones. (Ezequiel 7:8)
Devoran extranjeros su fuerza, Y él no lo sabe; También tiene cabellos canos, Y él no lo sabe. (Oseas 7:9)
Dijo entonces el Señor: "Por cuanto este pueblo se acerca a Mí con sus palabras Y Me honra con sus labios, Pero aleja de Mí su corazón, Y su veneración hacia Mí es sólo una tradición aprendida de memoria , (Isaías 29:13)
si desprecian Mis estatutos y si su alma aborrece Mis ordenanzas para no poner por obra todos Mis mandamientos, quebrantando así Mi pacto, (Levítico 26:15)
Y dijiste: 'Seré soberana para siempre.' No consideraste esto en tu corazón, Ni te acordaste de su resultado. (Isaías 47:7)
La tercera parte de la humanidad fue muerta por estas tres plagas: por el fuego, el humo, y el azufre que salían de sus bocas. (Apocalipsis 9:18)
El justo perece, y no hay quien se preocupe; Los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda. Porque el justo es arrebatado ante el mal, (Isaías 57:1)
Porque fuego se ha encendido en Mi ira, Que quema hasta las profundidades del Seol (región de los muertos), Consume la tierra con su fruto, E incendia los fundamentos de los montes. (Deuteronomio 32:22)
Oí entonces una gran voz que desde el templo decía a los siete ángeles: "Vayan y derramen en la tierra las siete copas del furor de Dios." (Apocalipsis 16:1)
Los sacaré de entre los pueblos y los reuniré de las tierras donde están dispersos con mano fuerte, con brazo extendido y con furor derramado; (Ezequiel 20:34)