Entonces el polvo volverá a la tierra como lo que era, Y el espíritu volverá a Dios que lo dio.
(Eclesiastés 12:7)
Vanidad de vanidades," dice el Predicador, "todo es vanidad."
(Eclesiastés 12:8)
El Predicador, además de ser sabio, enseñó también sabiduría al pueblo; y reflexionó, investigó y compuso muchos proverbios.
(Eclesiastés 12:9)
El Predicador trató de encontrar palabras agradables, y de escribir correctamente palabras de verdad.
Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos bien clavados las de los maestros de estas colecciones, dadas por un Pastor.
(Eclesiastés 12:11)
Pero además de esto, hijo mío, estate prevenido: el hacer muchos libros no tiene fin, y demasiada dedicación a ellos es fatiga del cuerpo.
(Eclesiastés 12:12)
La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: Teme a Dios y guarda Sus mandamientos, Porque esto concierne a toda persona.
(Eclesiastés 12:13)
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Eclesiastés 12:10 - Referencia Cruzada
Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios, Y aplica tu corazón a mi conocimiento;
(Proverbios 22:17)
Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.
(Eclesiastés 1:1)
Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero.
(1 Timoteo 1:15)
Por cuanto muchos han tratado de poner en orden y escribir una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas (y hay plena convicción),
(Lucas 1:1)
Abominación al SEÑOR son los planes perversos, Pero son puras las palabras agradables.
(Proverbios 15:26)
El hombre se alegra con la respuesta adecuada, Y una palabra a tiempo, ¡cuán agradable es!
(Proverbios 15:23)
a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos. De esta esperanza ustedes oyeron antes en la palabra de verdad, el evangelio (las buenas nuevas)
(Colosenses 1:5)
Yo, el Predicador, he sido rey sobre Israel en Jerusalén.
(Eclesiastés 1:12)
Como manzanas de oro en engastes de plata Es la palabra dicha a su tiempo.
(Proverbios 25:11)
En verdad te digo que hablamos lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no reciben nuestro testimonio.
(Juan 3:11)
Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel:
(Proverbios 1:1)
Escuchen, porque hablaré cosas excelentes, Y con el abrir de mis labios rectitud.
(Proverbios 8:6)
El sabio de corazón será llamado prudente, Y la dulzura de palabras aumenta la persuasión.
(Proverbios 16:21)