Nueva Biblia Latinoamericana
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento, Y el día de la muerte que el día del nacimiento. (Eclesiastés 7:1)
Mejor es ir a una casa de luto Que ir a una casa de banquete, Porque aquello (la muerte) es el fin de todo hombre, Y al que vive lo hará reflexionar en su corazón. (Eclesiastés 7:2)
Mejor es la tristeza que la risa, Porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento. (Eclesiastés 7:3)
El corazón de los sabios está en la casa del luto, Mientras que el corazón de los necios está en la casa del placer.
Mejor es oír la reprensión del sabio Que oír la canción de los necios. (Eclesiastés 7:5)
Porque como crepitar de espinos bajo la olla, Así es la risa del necio. Y también esto es vanidad. (Eclesiastés 7:6)
Ciertamente la opresión enloquece al sabio, Y el soborno corrompe el corazón. (Eclesiastés 7:7)

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Eclesiastés 7:4 - Referencia Cruzada

Cuando Jesús llegó a casa de Pedro, vio a la suegra de éste que estaba en cama con fiebre. (Mateo 8:14)
Entonces los Judíos que estaban con ella en la casa consolándola, cuando vieron que María se levantó de prisa y salió, la siguieron, suponiendo que iba al sepulcro a llorar allí. (Juan 11:31)
Cuando lo llevó, vieron que los Amalecitas estaban desparramados sobre toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y bailando por el gran botín que habían tomado de la tierra de los Filisteos y de la tierra de Judá. (1 Samuel 30:16)
En la fiesta de nuestro rey, los príncipes se enfermaron por el calor del vino; él extendió la mano a los provocadores, (Oseas 7:5)
Así que el rey me preguntó: "¿Por qué está triste tu rostro? Tú no estás enfermo; eso no es más que tristeza de corazón." Entonces tuve mucho temor, (Nehemías 2:2)
Belsasar, rey de Babilonia ofreció un gran banquete a mil de sus nobles, y en presencia de los mil se puso a beber vino. (Daniel 5:1)
Llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete a sus nobles y comandantes y a los principales de Galilea; (Marcus 6:21)
Absalón ordenó a sus siervos y dijo: "Miren, cuando el corazón de Amnón esté alegre por el vino, y cuando yo les diga: 'Hieran a Amnón,' entonces mátenlo. No teman; ¿no se lo he mandado yo? Tengan ánimo y sean valientes." (2 Samuel 13:28)
Yo embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, A sus gobernantes, a sus magistrados y a sus valientes, Y dormirán un sueño eterno y no despertarán," Declara el Rey cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos. (Jeremías 51:57)
Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella. (Lucas 7:12)
Entonces Abigail regresó a Nabal, y éste tenía un banquete en su casa, como el banquete de un rey. Y el corazón de Nabal estaba alegre, pues estaba muy ebrio, por lo cual ella no le comunicó nada hasta el amanecer. (1 Samuel 25:36)
Desvaría mi mente, el espanto me sobrecoge. El anochecer que anhelaba se me convirtió en terror. (Isaías 21:4)
Fue despreciado y desechado de los hombres, Varón de dolores y experimentado en aflicción; Y como uno de quien los hombres esconden el rostro, Fue despreciado, y no Lo estimamos. (Isaías 53:3)
Aquella misma noche fue asesinado Belsasar, rey de los Caldeos. (Daniel 5:30)
Porque ellos, como espinos enmarañados, Y ebrios con su bebida, Serán consumidos como paja totalmente seca. (Nahúm 1:10)
Cuando entren en calor, les serviré su banquete Y los embriagaré, para que se diviertan, Duerman un sueño eterno Y no despierten," declara el SEÑOR. (Jeremías 51:39)
Salieron al mediodía, mientras Ben Adad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas junto con los treinta y dos reyes que lo ayudaban. (1 Reyes 20:16)
Fueron a la casa del oficial de la sinagoga, y Jesús vio el alboroto, y a los que lloraban y se lamentaban mucho. (Marcus 5:38)