Pues, ¿qué recibe el hombre de todo su trabajo y del esfuerzo de su corazón con que se afana bajo el sol?
(Eclesiastés 2:22)Porque durante todos sus días su tarea es dolorosa y penosa; ni aun de noche descansa su corazón. También esto es vanidad.
(Eclesiastés 2:23)No hay nada mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno. Yo he visto que también esto es de la mano de Dios.
(Eclesiastés 2:24)Porque ¿quién comerá y quién se alegrará sin El?
Porque a la persona que Le agrada, El le ha dado sabiduría, conocimiento y gozo; pero al pecador le ha dado la tarea de recoger y amontonar para dárselo al que agrada a Dios. Esto también es vanidad y correr tras el viento.
(Eclesiastés 2:26)Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo:
(Eclesiastés 3:1)Tiempo de nacer, y tiempo de morir; Tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
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Eclesiastés 2:25 - Referencia Cruzada
Salomón gobernaba todos los reinos desde el Río (Eufrates) hasta la tierra de los Filisteos y hasta la frontera de Egipto. Ellos trajeron tributo y sirvieron a Salomón todos los días de su vida.
(1 Reyes 4:21)Entonces me dije: "Ven ahora, te probaré con el placer; diviértete." Y resultó que también esto era vanidad.
(Eclesiastés 2:1)