Nueva Biblia Latinoamericana
Consideré en mi corazón estimular mi cuerpo con el vino, mientras mi corazón me guiaba con sabiduría, y echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida. (Eclesiastés 2:3)
Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, me planté viñas; (Eclesiastés 2:4)
me hice jardines y huertos, y planté en ellos toda clase de árboles frutales; (Eclesiastés 2:5)
me hice estanques de aguas para regar el bosque con árboles en pleno crecimiento.
Compré esclavos y esclavas, y tuve esclavos nacidos en casa. Tuve también ganados, vacas y ovejas, más que todos los que me precedieron en Jerusalén. (Eclesiastés 2:7)
Reuní también plata y oro para mí y el tesoro de los reyes y de las provincias. Me proveí de cantores y cantoras, y de los placeres de los hombres, de muchas concubinas. (Eclesiastés 2:8)
Me engrandecí y superé a todos los que me precedieron en Jerusalén; también la sabiduría permaneció conmigo. (Eclesiastés 2:9)

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Eclesiastés 2:6 - Referencia Cruzada

Pasé luego hacia la Puerta de la Fuente y hacia el Estanque del Rey, pero no había lugar para que pasara mi cabalgadura. (Nehemías 2:14)
Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo Y su hoja no se marchita; En todo lo que hace, prospera. (Salmos 1:3)
Será como árbol plantado junto al agua, Que extiende sus raíces junto a la corriente; No temerá cuando venga el calor, Y sus hojas estarán verdes; En año de sequía no se angustiará Ni cesará de dar fruto. (Jeremías 17:8)
Tu cuello, como torre de marfil, Tus ojos, como los estanques en Hesbón Junto a la Puerta de Bat Rabim; Tu nariz, como la torre del Líbano Que mira hacia Damasco. (Cantares 7:4)