Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando la hierba desaparece se ve el retoño, Y se recogen las hierbas de los montes; (Proverbios 27:25)
Los corderos darán para tu vestido, Y las cabras para el precio de un campo, (Proverbios 27:26)
Y habrá suficiente leche de cabra para tu alimento, Para el alimento de tu casa, Y sustento para tus doncellas. (Proverbios 27:27)
El impío huye sin que nadie lo persiga, Pero los justos están confiados como un león.
Por la transgresión de la tierra, muchos son sus príncipes; Pero por el hombre entendido y de conocimiento permanece estable. (Proverbios 28:2)
El pobre que oprime a los humildes Es como lluvia torrencial que no deja pan. (Proverbios 28:3)
Los que abandonan la ley alaban a los impíos, Pero los que guardan la ley luchan contra ellos. (Proverbios 28:4)

Otras publicaciones relacionadas con "Proverbios 28:1":

Charles Spurgeon
Aliméntate en los ricos prados
Artículo sobre cómo tener una comunión consciente con nuestro Señor y cómo crecer en la gracia y en el conocimiento de Él a través de alimentarnos en los prados ricos y dulces pasturas.


Omar Soto
En alas de un águila
En este artículo, Omar Soto habla sobre la importancia de tener fe en Dios y confiar en su poder, como se menciona en el capítulo 40 de Isaías. También se discute la necesidad de crecer en la fe y aprender a volar como las águilas. El autor ora por nuevas fuerzas y bendiciones para el pueblo de Dios en el año 2010.


Proverbios 28:1 - Referencia Cruzada

El SEÑOR hará que los enemigos que se levanten contra ti sean derrotados delante de ti; saldrán contra ti por un camino y huirán delante de ti por siete caminos. (Deuteronomio 28:7)
No temerá recibir malas noticias; Su corazón está firme, confiado en el SEÑOR. (Salmos 112:7)
Los siguieron hasta el Jordán, y resultó que todo el camino estaba lleno de vestidos y objetos diferentes que los Arameos habían arrojado en su prisa. Entonces los mensajeros volvieron e informaron al rey. (2 Reyes 7:15)
Porque el Señor había hecho que el ejército de los Arameos oyera estruendo de carros y ruido de caballos, el estruendo de un gran ejército, de modo que se dijeron el uno al otro: "Ciertamente el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los Hititas y a los reyes de los Egipcios, para que vengan contra nosotros." (2 Reyes 7:6)
sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como saben, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablarles el evangelio (las buenas nuevas) de Dios en medio de mucha oposición (de mucho conflicto). (1 Tesalonicenses 2:2)
Cuando se dio este aviso a la casa de David: "Los Arameos han acampado en Efraín," se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo como se estremecen los árboles del bosque ante el viento. (Isaías 7:2)
Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, Porque en Ti confía. (Isaías 26:3)
Donde antes no había terror, allí tiemblan de espanto, Porque Dios esparció los huesos del que acampaba contra ti; Tú los avergonzaste, porque Dios los había rechazado. (Salmos 53:5)
Porque así dice el SEÑOR: 'Te voy a convertir en terror para ti mismo y para todos tus amigos; ellos caerán por la espada de tus enemigos, y tus ojos lo verán. Entregaré a todo Judá en manos del rey de Babilonia, y él los llevará como desterrados a Babilonia y los matará a espada. (Jeremías 20:4)
El SEÑOR hará que seas derrotado delante de tus enemigos; saldrás contra ellos por un camino, pero huirás por siete caminos delante de ellos, y serás ejemplo de terror para todos los reinos de la tierra. (Deuteronomio 28:25)
Sadrac, Mesac y Abed Nego le respondieron al rey Nabucodonosor: "No necesitamos darle una respuesta acerca de este asunto. (Daniel 3:16)
Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como solía hacerlo antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios. (Daniel 6:10)
Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor? (Salmos 27:1)
Con todo, se detuvieron allí mucho tiempo hablando valientemente, confiados en el Señor que confirmaba la palabra de Su gracia, concediendo que se hicieran señales (milagros) y prodigios por medio de sus manos. (Hechos 14:3)
Fijaré Mi rostro contra ustedes, para que sean derrotados delante de sus enemigos; los que los aborrecen los dominarán y ustedes huirán sin que nadie los persiga. (Levítico 26:17)
Todos estos sus siervos descenderán a mí y se inclinarán ante mí, diciendo: 'Sal, tú y todo el pueblo que te sigue'; y después de esto yo saldré." Y Moisés salió ardiendo en ira de la presencia de Faraón. (Éxodo 11:8)
Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús. (Hechos 4:13)
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, Y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; (Salmos 46:2)
En cuanto a los que queden de ustedes, infundiré cobardía en sus corazones en la tierra de sus enemigos; y el sonido de una hoja que se mueva los ahuyentará, y aun cuando nadie los persiga, huirán como quien huye de la espada, y caerán. (Levítico 26:36)