Alégrense tu padre y tu madre, Y regocíjese la que te dio a luz.
(Proverbios 23:25)
Dame, hijo mío, tu corazón, Y que tus ojos se deleiten en mis caminos.
(Proverbios 23:26)
Porque fosa profunda es la ramera Y pozo angosto es la mujer desconocida.
(Proverbios 23:27)
Ciertamente ella acecha como ladrón, Y multiplica los infieles entre los hombres.
¿De quién son los ayes? ¿De quién las tristezas? ¿De quién las luchas? ¿De quién las quejas? ¿De quién las heridas sin causa? ¿De quién los ojos enrojecidos?
(Proverbios 23:29)
De los que se demoran mucho con el vino, De los que van en busca de vinos mezclados.
(Proverbios 23:30)
No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece en la copa; Entra suavemente,
(Proverbios 23:31)
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Proverbios 23:28 - Referencia Cruzada
Pero él no sabe que allí están los muertos, Que sus invitados están en las profundidades del Seol.
(Proverbios 9:18)
Mientras Israel habitaba en Sitim, el pueblo comenzó a prostituirse con las hijas de Moab.
(Números 25:1)
Fosa profunda es la boca de las mujeres extrañas; El que es maldito del SEÑOR caerá en ella.
(Proverbios 22:14)
Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y en un día cayeron veintitrés mil.
(1 Corintios 10:8)
Después de esto, Sansón se enamoró de una mujer del Valle de Sorec, que se llamaba Dalila.
(Jueces 16:4)
Está ya en las calles, ya en las plazas, Y acecha por todas las esquinas.
(Proverbios 7:12)
Al instante la sigue Como va el buey al matadero, O como uno en grillos al castigo de un necio,
(Proverbios 7:22)
Alza tus ojos a las alturas desoladas y mira; ¿Dónde no te has prostituido? Junto a los caminos te sentabas para ellos Como el Arabe en el desierto. Has profanado la tierra Con tu prostitución y tu maldad.
(Jeremías 3:2)
Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, vino y habló conmigo: "Ven; te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas.
(Apocalipsis 17:1)
La discreción te librará de la mujer extraña, De la desconocida que lisonjea con sus palabras,
(Proverbios 2:16)
La prostitución, el vino y el vino nuevo quitan el juicio.
(Oseas 4:11)
Y hallé más amarga que la muerte A la mujer cuyo corazón es lazos y redes, Cuyas manos son cadenas. El que agrada a Dios escapará de ella, Pero el pecador será por ella apresado.
(Eclesiastés 7:26)