Nueva Biblia Latinoamericana
Ciertamente ella acecha como ladrón, Y multiplica los infieles entre los hombres. (Proverbios 23:28)
¿De quién son los ayes? ¿De quién las tristezas? ¿De quién las luchas? ¿De quién las quejas? ¿De quién las heridas sin causa? ¿De quién los ojos enrojecidos? (Proverbios 23:29)
De los que se demoran mucho con el vino, De los que van en busca de vinos mezclados. (Proverbios 23:30)
No mires al vino cuando rojea, Cuando resplandece en la copa; Entra suavemente,
Pero al final muerde como serpiente, Y pica como víbora. (Proverbios 23:32)
Tus ojos verán cosas extrañas, Y tu corazón proferirá perversidades. (Proverbios 23:33)
Y serás como el que se acuesta en medio del mar, O como el que se acuesta en lo alto de un mástil. (Proverbios 23:34)

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Proverbios 23:31 - Referencia Cruzada

Al atardecer David se levantó de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa del rey, y desde el terrado vio a una mujer que se estaba bañando; y la mujer era de aspecto muy hermoso. (2 Samuel 11:2)
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida (las riquezas), no proviene del Padre, sino del mundo. (1 Juan 2:16)
Aparta mis ojos de mirar la vanidad, Y vivifícame en Tus caminos. (Salmos 119:37)
Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno, (Marcus 9:47)
Por tanto, Job, oye ahora mi discurso, Y presta atención a todas mis palabras. (Job 33:1)
No codicies su hermosura en tu corazón, Ni dejes que te cautive con sus párpados. (Proverbios 6:25)
Pero Yo les digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón. (Mateo 5:28)