Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; Arroyo que fluye, la fuente de la sabiduría.
(Proverbios 18:4)
No es bueno mostrar preferencia por el impío, Para ignorar al justo en el juicio.
(Proverbios 18:5)
Los labios del necio provocan riña, Y su boca llama a los golpes.
(Proverbios 18:6)
La boca del necio es su ruina, Y sus labios una trampa para su alma.
Las palabras del chismoso son como bocados deliciosos, Y penetran hasta el fondo de las entrañas.
(Proverbios 18:8)
También el que es negligente en su trabajo Es hermano del que destruye.
(Proverbios 18:9)
El nombre del SEÑOR es torre fuerte, A ella corre el justo y está a salvo.
(Proverbios 18:10)
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Proverbios 18:7 - Referencia Cruzada
Pero los hombres de Israel estaban en gran aprieto aquel día, porque Saúl había puesto al pueblo bajo juramento, diciendo: "Maldito sea el hombre que tome alimento antes del anochecer, antes que me haya vengado de mis enemigos." Y nadie del pueblo probó alimento.
(1 Samuel 14:24)
Vuelven su lengua tropezadero contra sí mismos; Todos los que los vean moverán la cabeza.
(Salmos 64:8)
Los sabios atesoran conocimiento, Pero la boca del necio es ruina cercana.
(Proverbios 10:14)
los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: "Nos hemos comprometido bajo solemne juramento a no probar nada hasta que hayamos matado a Pablo.
(Hechos 23:14)
En cuanto a los que me rodean, Que la malicia de sus labios los cubra.
(Salmos 140:9)
Si te has enredado con las palabras de tu boca, Si con las palabras de tu boca has sido atrapado,
(Proverbios 6:2)
En la transgresión de sus labios se enreda el malvado, Pero el justo escapará del apuro.
(Proverbios 12:13)
El sabio de corazón aceptará mandatos, Pero el necio charlatán será derribado.
(Proverbios 10:8)
Si la serpiente muerde antes de ser encantada, No hay ganancia para el encantador.
(Eclesiastés 10:11)
Y le juró: "Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino."
(Marcus 6:23)
Al verla, él rasgó sus ropas y dijo: "¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen. Porque he dado mi palabra al SEÑOR, y no me puedo retractar."
(Jueces 11:35)
El que guarda su boca, preserva su vida; El que mucho abre sus labios, termina en ruina.
(Proverbios 13:3)