Una persona exitosa gobierna su lengua
Mercedes López-Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El pastor habla sobre la importancia de los padres en la iglesia y en el hogar, instándolos a ser portadores de palabras de bendición y a mantener contacto con sus hijos lejos. Luego se enfoca en el poder de la lengua, destacando que todas las palabras tienen un efecto y que debemos gobernar nuestra lengua para que solo salgan palabras edificantes. Menciona algunos tipos de palabras destructivas, como la crítica destructiva, los epítetos, las bromas, la burla, el chisme, la calumnia y el sarcasmo, y dice que todas estas son veneno mortal que debemos evitar. Por otro lado, las palabras de vida traen verdad, consuelo, esperanza, aprecio, afirmación, gratitud, una nueva perspectiva, exhortación, ánimo, inspiración y avivan los sueños. Todos necesitamos palabras de vida y como hijos de Dios, deberíamos estar preparados para regalarlas liberalmente a todo el que las necesite. Dios es un comunicador y utiliza muchas herramientas para traernos vida a través de la palabra.
La lengua es un don que solo el ser humano posee y es esencial para comunicar ideas, sueños, opiniones y percepciones. Dios es un comunicador y nos habla a través de su palabra, su presencia, sueños, palabras proféticas y la convivencia con otros creyentes. La mayordomía de la lengua espiritual requiere esfuerzo y obediencia a la palabra de Dios. Debemos evitar devolver palabras de muerte cuando hemos recibido palabras de muerte y romper el ciclo vicioso de la comunicación destructiva. Es importante sembrar palabras de vida para cosechar palabras de vida y ser generosos al alabar y afirmar a los demás. Dios toma en serio el uso que damos a las palabras, nuestras palabras son escuchadas por Él y daremos cuenta de cada una en el día del juicio. El dominio de la lengua es la marca del verdadero cristiano y no podemos ser inconsistentes en su uso. Es necesario gobernar la lengua para ser verdaderos discípulos de Cristo.
En este sermón se habla sobre la importancia de gobernar la lengua y usar palabras de vida. Se enfatiza que nuestras palabras están ligadas a la condición de nuestro corazón y que debemos tener un corazón seguro, amoroso, positivo, visionario, sensitivo, intencional y sabio. Además, se mencionan algunos versículos de la Biblia que nos instan a ser cuidadosos con nuestras palabras y a ser intencionales en dar palabras de vida. La oradora comparte su propia experiencia en consejería y cómo confía en que Dios le dará las palabras adecuadas si mantiene su relación con Él.
En este sermón, Mercedes López habla sobre la importancia de las palabras que usamos y cómo debemos esforzarnos por usar palabras edificantes y positivas. Ella enfatiza que nuestras palabras tienen poder y pueden afectar a los demás de maneras positivas o negativas. También destaca que si cultivamos cualidades como la sabiduría, la paciencia y la bondad, nuestras relaciones mejoraran y seremos una fuente de bendición para los demás. Finalmente, López nos anima a usar este don de la palabra para bendición de todos los que están alrededor de nosotros.Felicitación a los padres de nuestra iglesia. Ustedes son esenciales y cuando yo llego a la iglesia y veo un grupo de hombres así, entregados al Señor, que su razón de ser es adorar al Señor, eso a mi me llena de seguridad y de gozo, porque se que Dios está obrando. Y eso mismo yo les insto a ustedes hombres a hacer en su hogar portadores de palabras de bendición, hacer el trabajo que Dios les ha encomendado, a no tener temor a hacerlo bíblicamente, a ser una persona que bendiga su hogar en todas las maneras, su comunidad, su iglesia. Ustedes son importantes, no solamente importantes, esenciales y no hay nadie que los pueda sustituir. Así que hagan su trabajo como para el Señor, porque es para el Señor que lo hacen.
Y quiero también animar a ustedes padres, que tienen hijos lejos, que no conviven con ustedes por diferentes razones: porque ha habido un divorcio, porque usted está aquí y sus hijos están en otro lugar, a mantener contacto con ellos; sea por carta, por teléfono, a sostenerlos económicamente.