Nueva Biblia Latinoamericana
Jefté cruzó adonde estaban los Amonitas para pelear contra ellos, y el SEÑOR los entregó en su mano. (Jueces 11:32)
Y los hirió con una gran matanza desde Aroer hasta la entrada de Minit, veinte ciudades, hasta Abel Keramim. Y los Amonitas fueron sometidos delante de los Israelitas. (Jueces 11:33)
Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa, su hija salió a recibirlo con panderos y con danzas. Ella era su única hija. Fuera de ella no tenía hijo ni hija. (Jueces 11:34)
Al verla, él rasgó sus ropas y dijo: "¡Ay, hija mía! Me has abatido y estás entre los que me afligen. Porque he dado mi palabra al SEÑOR, y no me puedo retractar."
Entonces ella le dijo: "Padre mío, has dado tu palabra al SEÑOR. Haz conmigo conforme a lo que has dicho, ya que el SEÑOR te ha vengado de tus enemigos, los Amonitas." (Jueces 11:36)
Y ella dijo a su padre: "Que se haga esto por mí; déjame sola por dos meses, para que vaya yo a los montes y llore por mi virginidad, yo y mis compañeras." (Jueces 11:37)
Y él dijo: "Ve," y la dejó ir por dos meses; y ella se fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes. (Jueces 11:38)

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Jueces 11:35 - Referencia Cruzada

Sin embargo, cualquier cosa dedicada que alguien separe para el SEÑOR de lo que posee, sea hombre o animal, o campos de su propiedad, no se venderá ni redimirá. Toda cosa dedicada es santísima al SEÑOR. (Levítico 27:28)
En cuyos ojos el perverso es despreciado, pero honra a los que temen al SEÑOR; El que aun jurando en perjuicio propio, no cambia; (Salmos 15:4)
Por lo cual le prometió con juramento darle lo que ella pidiera. (Mateo 14:7)
Y su padre Jacob les dijo: "Ustedes me han privado de mis hijos; José ya no existe, y Simeón ya no existe, y ahora se quieren llevar a Benjamín. Todas estas cosas son contra mí." (Génesis 42:36)
Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró, (Job 1:20)
Estando aún ellos en el camino, llegó a David el rumor que decía: "Absalón ha dado muerte a todos los hijos del rey, y no ha quedado ni uno de ellos." (2 Samuel 13:30)
Si un hombre hace un voto al SEÑOR, o hace un juramento para imponerse una obligación, no faltará a su palabra; hará conforme a todo lo que salga de su boca. (Números 30:2)
El rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: "¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!" (2 Samuel 18:33)
No te des prisa en hablar, Ni se apresure tu corazón a proferir palabra delante de Dios. Porque Dios está en el cielo y tú en la tierra; Por tanto sean pocas tus palabras. (Eclesiastés 5:2)
Jacob rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sus lomos y estuvo de duelo por su hijo muchos días. (Génesis 37:34)
Y dijo Saúl: "Que Dios me haga esto, y aun más, pues ciertamente morirás, Jonatán." (1 Samuel 14:44)
Cuando Rubén volvió al pozo, José ya no estaba en el pozo. Entonces rasgó sus vestidos; (Génesis 37:29)
Los hombres de Israel habían jurado en Mizpa y dijeron: "Ninguno de nosotros dará su hija por mujer a los de Benjamín." (Jueces 21:1)
los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: "Nos hemos comprometido bajo solemne juramento a no probar nada hasta que hayamos matado a Pablo. (Hechos 23:14)