Nueva Biblia Latinoamericana
Regocijándome en el mundo, en Su tierra, Y teniendo mis delicias con los hijos de los hombres. (Proverbios 8:31)
Ahora pues, hijos, escúchenme, Porque bienaventurados son los que guardan mis caminos. (Proverbios 8:32)
Escuchen la instrucción y sean sabios, Y no la desprecien. (Proverbios 8:33)
Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas día a día, Aguardando en los postes de mi entrada.
Porque el que me halla, halla la vida Y alcanza el favor del SEÑOR. (Proverbios 8:35)
Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; Todos los que me odian, aman la muerte." (Proverbios 8:36)
La sabiduría ha edificado su casa, Ha labrado sus siete columnas; (Proverbios 9:1)

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Proverbios 8:34 - Referencia Cruzada

Por tanto, cualquiera que oye estas palabras Mías y las pone en práctica, será semejante a un hombre sabio que edificó su casa sobre la roca; (Mateo 7:24)
Ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba Su palabra. (Lucas 10:39)
Porque mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios Que morar en las tiendas de impiedad. (Salmos 84:10)
Sean hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. (Santiago 1:22)
Plantados en la casa del SEÑOR, Florecerán en los atrios de nuestro Dios. (Salmos 92:13)
Porque si clamas a la inteligencia, Alza tu voz por entendimiento; (Proverbios 2:3)
Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo. (Salmos 27:4)
Es árbol de vida para los que echan mano de ella, Y felices son los que la abrazan. (Proverbios 3:18)
Entonces Jesús decía a los Judíos que habían creído en El: "Si ustedes permanecen en Mi palabra, verdaderamente son Mis discípulos; (Juan 8:31)
Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración. (Hechos 2:42)
Clama en las esquinas de las calles concurridas; A la entrada de las puertas de la ciudad pronuncia sus discursos: (Proverbios 1:21)
Ambos eran justos delante de Dios, y se conducían intachablemente en todos los mandamientos y preceptos del Señor. (Lucas 1:6)
Bienaventurado el hombre que halla sabiduría Y el hombre que adquiere entendimiento. (Proverbios 3:13)
Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así. (Hechos 17:11)
Al contrario," le contestó Jesús, "dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan." (Lucas 11:28)