Nueva Biblia Latinoamericana
José se quedó en Egipto, él y la casa de su padre; y José vivió 110 años. (Génesis 50:22)
José vio la tercera generación de los hijos de Efraín; también los hijos de Maquir, hijo de Manasés, nacieron sobre las rodillas de José. (Génesis 50:23)
Y José dijo a sus hermanos: "Yo voy a morir, pero Dios ciertamente cuidará de ustedes y los hará subir de esta tierra a la tierra que El prometió en juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob." (Génesis 50:24)
Luego José hizo jurar a los hijos de Israel, diciendo: "Dios ciertamente los cuidará, y ustedes se llevarán mis huesos de aquí."
Y murió José a la edad de 110 años. Lo embalsamaron y lo pusieron en un ataúd en Egipto. (Génesis 50:26)
Estos son los nombres de los hijos de Israel que fueron a Egipto con Jacob. Cada uno fue con su familia: (Éxodo 1:1)
Rubén, Simeón, Leví y Judá; (Éxodo 1:2)

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Génesis 50:25 - Referencia Cruzada

Los huesos de José, que los Israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquem, en la parcela de campo que Jacob había comprado a los hijos de Hamor, padre de Siquem, por 100 monedas de plata. Y pasaron a ser posesión de los hijos de José. (Josué 24:32)
Por la fe José, al morir, mencionó el éxodo de los Israelitas, y dio instrucciones acerca de sus huesos. (Hebreos 11:22)
Mi padre me hizo jurar, diciendo: "Yo voy a morir. En el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás." Ahora pues, le ruego que me permita ir a sepultar a mi padre, y luego volveré.'" (Génesis 50:5)
De allí fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que por una suma de dinero había comprado Abraham a los hijos de Hamor en Siquem. (Hechos 7:16)
Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho jurar solemnemente a los Israelitas y dijo: "Ciertamente Dios los visitará, y entonces se llevarán de aquí mis huesos con ustedes." (Éxodo 13:19)
Cuando a Israel se le acercó el tiempo de morir, llamó a su hijo José y le dijo: "Si he hallado gracia ante tus ojos, por favor, pon ahora tu mano debajo de mi muslo y trátame con misericordia y fidelidad: Por favor, no me sepultes en Egipto. (Génesis 47:29)