Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces José puso una ley respecto a la tierra de Egipto, en vigor hasta hoy: que Faraón debía recibir la quinta parte. Sólo la tierra de los sacerdotes no llegó a ser de Faraón. (Génesis 47:26)
Israel habitó en la tierra de Egipto, en Gosén. Allí adquirieron propiedades y fueron fecundos y se multiplicaron en gran manera. (Génesis 47:27)
Jacob vivió diecisiete años en la tierra de Egipto; así que los días de Jacob, los años de su vida, fueron 147 años. (Génesis 47:28)
Cuando a Israel se le acercó el tiempo de morir, llamó a su hijo José y le dijo: "Si he hallado gracia ante tus ojos, por favor, pon ahora tu mano debajo de mi muslo y trátame con misericordia y fidelidad: Por favor, no me sepultes en Egipto.
Cuando duerma con mis padres, me llevarás de Egipto y me sepultarás en el sepulcro de ellos." "Haré según tu palabra," le respondió José. (Génesis 47:30)
Y Jacob dijo: "Júramelo ." Y se lo juró. Entonces Israel se inclinó en adoración en la cabecera de la cama. (Génesis 47:31)
Y después de estas cosas, le dijeron a José: "Su padre está enfermo." Y él tomó consigo a sus dos hijos, Manasés y Efraín. (Génesis 48:1)

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Génesis 47:29 - Referencia Cruzada

Entonces Jacob respondió a Faraón: "Los años de mi peregrinación son 130 años; pocos y malos han sido los años de mi vida, y no han alcanzado a los años que mis padres vivieron en los días de su peregrinación." (Génesis 47:9)
¿No está el hombre obligado a trabajar sobre la tierra? ¿No son sus días como los días de un jornalero? (Job 7:1)
Cuando tus días se cumplan y reposes con tus padres, levantaré a tu descendiente después de ti, el cual saldrá de tus entrañas, y estableceré su reino. (2 Samuel 7:12)
Con el sudor de tu rostro Comerás el pan Hasta que vuelvas a la tierra, Porque de ella fuiste tomado; Pues polvo eres, Y al polvo volverás." (Génesis 3:19)
Si el hombre muere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi batallar esperaré Hasta que llegue mi relevo. (Job 14:14)
Y Abraham dijo a su siervo, el más viejo de su casa, que era mayordomo de todo lo que poseía: "Te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, (Génesis 24:2)
Porque no hay en la muerte memoria de Ti; En el Seol, ¿quién Te da gracias? (Salmos 6:5)
Y acercándose los días de su muerte, David dio órdenes a su hijo Salomón: (1 Reyes 2:1)
Pues sé que a la muerte me llevarás, A la casa de reunión de todos los vivientes. (Job 30:23)
Para que viva eternamente, Para que no vea corrupción. (Salmos 49:9)
¿Qué hombre podrá vivir y no ver la muerte? ¿Podrá librar su alma del poder del Seol? (Selah) (Salmos 89:48)
Ahora pues, si han de mostrar bondad y sinceridad con mi señor, díganmelo; y si no, díganmelo también, para que vaya yo a la mano derecha o a la izquierda." (Génesis 24:49)
Y Jacob descendió a Egipto, y allí murió él y también nuestros padres. (Hechos 7:15)
Pues ciertamente moriremos; somos como el agua derramada en tierra que no se vuelve a recoger. Pero Dios no quita la vida, sino designa medios para que el desterrado no sea alejado de él. (2 Samuel 14:14)
Nadie puede en manera alguna redimir a su hermano, Ni dar a Dios rescate por él, (Salmos 49:7)
Y José dijo a sus hermanos: "Yo voy a morir, pero Dios ciertamente cuidará de ustedes y los hará subir de esta tierra a la tierra que El prometió en juramento a Abraham, a Isaac y a Jacob." (Génesis 50:24)
Y así como está decretado (establecido) que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio, (Hebreos 9:27)
Por la fe José, al morir, mencionó el éxodo de los Israelitas, y dio instrucciones acerca de sus huesos. (Hebreos 11:22)
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: "El tiempo de tu muerte está cerca; llama a Josué y preséntense en la tienda de reunión para que Yo le dé mis órdenes." Fueron, pues, Moisés y Josué y se presentaron en la tienda de reunión. (Deuteronomio 31:14)