Nueva Biblia Latinoamericana
No me cubra la corriente de las aguas, Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su boca. (Salmos 69:15)
Respóndeme, oh SEÑOR, pues buena es Tu misericordia; Vuélvete a mí, conforme a Tu inmensa compasión, (Salmos 69:16)
Y no escondas Tu rostro de Tu siervo, Porque estoy en angustia; respóndeme pronto. (Salmos 69:17)
Acércate a mi alma y redímela; Por causa de mis enemigos, rescátame.
Tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi ignominia; Todos mis adversarios están delante de Ti. (Salmos 69:19)
La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; Esperé compasión, pero no la hubo; Busqué consoladores, pero no los hallé. (Salmos 69:20)
Y por comida me dieron hiel, Y para mi sed me dieron a beber vinagre. (Salmos 69:21)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 69:18":

Samuel Acevedo
Dios mío, por qué me has desamparado?
El pastor habla sobre cómo sentir la presencia de Dios y confiar en su guía y protección, incluso en momentos de sentirse perdido y abandonado.


Omar Soto
Agradecer la misericordia de Dios en el desierto
En este artículo, el autor habla sobre la importancia de buscar la misericordia de Dios y alabarlo en momentos difíciles, tomando como ejemplo el Salmo 63 escrito por David en el desierto de Judá.


Salmos 69:18 - Referencia Cruzada

Si no hubiera temido la provocación del enemigo, No sea que entendieran mal sus adversarios, No sea que dijeran: "Nuestra mano ha triunfado, Y no es el SEÑOR el que ha hecho todo esto."' (Deuteronomio 32:27)
Tú, esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia, ¿Por qué has de ser como extranjero en la tierra, O como caminante que ha plantado su tienda para pasar la noche? (Jeremías 14:8)
Pero Tú, oh SEÑOR, no estés lejos; Fuerza mía, apresúrate a socorrerme. (Salmos 22:19)
Líbrenme de la mano del adversario,' O: 'Rescátenme de la mano de los tiranos'? (Job 6:23)
En Tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh SEÑOR, Dios de verdad. (Salmos 31:5)
Para el director del coro; sobre ajelet Hasahar. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? (Salmos 22:1)
¿Por qué, oh SEÑOR, Te mantienes alejado, Y Te escondes en tiempos de tribulación? (Salmos 10:1)
Porque los Cananeos y todos los habitantes de la tierra se enterarán de ello, y nos rodearán y borrarán nuestro nombre de la tierra. ¿Y qué harás Tú por Tu gran nombre?" (Josué 7:9)
El ha enviado redención a Su pueblo, Ha ordenado Su pacto para siempre; Santo y temible es Su nombre. (Salmos 111:9)
Pero Dios redimirá mi alma del poder del Seol, Pues El me recibirá. (Selah) (Salmos 49:15)