Nueva Biblia Latinoamericana
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré. Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, Nuestros padres nos han contado La obra que hiciste en sus días, En los tiempos antiguos: (Salmos 44:1)
Tú con Tu mano echaste fuera las naciones, Pero a ellos los plantaste. Afligiste a los pueblos, Pero a ellos los hiciste crecer. (Salmos 44:2)
Pues no fue por su espada que tomaron posesión de la tierra, Ni fue su brazo el que los salvó, Sino Tu diestra y Tu brazo, y la luz de Tu presencia, Porque Te complaciste en ellos. (Salmos 44:3)
Tú eres mi Rey, oh Dios; Manda victorias a Jacob.
Contigo rechazaremos a nuestros adversarios; En Tu nombre pisotearemos a los que contra nosotros se levanten. (Salmos 44:5)
Porque yo no confiaré en mi arco, Ni me podrá salvar mi espada; (Salmos 44:6)
Pues Tú nos has salvado de nuestros adversarios, Y has avergonzado a los que nos aborrecen. (Salmos 44:7)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 44:4":

Isaías Rivera
¿De dónde viene mi socorro?
Reflexión sobre la confianza en Dios en momentos difíciles a través del pasaje de Isaías 40:25-31. author: Isaías Rivera, title: ¿De dónde viene mi socorro?, summary: El pasaje de Isaías 40:25-31 habla sobre la duda y la pregunta de dónde está Dios cuando las cosas no van bien en nuestras vidas. Isaías les recuerda al pueblo judío que Dios es el Dios eterno y que su poder es insondable. Debemos confiar en el Señor y esperar en Él, ya que si creemos en Él, Él renovará nuestras fuerzas y nos permitirá volar como las águilas. No estamos solos, el Dios eterno está con nosotros.


Charles Spurgeon
No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.


Salmos 44:4 - Referencia Cruzada

Alégrese Israel en su Creador; Regocíjense los hijos de Sion en su Rey. (Salmos 149:2)
Con todo, Dios es mi rey desde la antigüedad, El que hace obras de salvación en medio de la tierra. (Salmos 74:12)
Movido a compasión, extendiendo Jesús la mano, lo tocó y le dijo: "Quiero; sé limpio." (Marcus 1:41)
Cuando Jesús vio que la gente corría a reunirse, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: "Espíritu mudo y sordo, Yo te ordeno: sal de él y no vuelvas a entrar en él." (Marcus 9:25)
Porque el SEÑOR es nuestro juez, El SEÑOR es nuestro legislador, El SEÑOR es nuestro rey; El nos salvará. (Isaías 33:22)
De día mandará el SEÑOR Su misericordia, Y de noche Su cántico estará conmigo; Elevaré una oración al Dios de mi vida. (Salmos 42:8)
El se le acercó, y tomándola de la mano la levantó, y la fiebre la dejó; y ella les servía. (Marcus 1:31)
Pues del SEÑOR es nuestro escudo, Y del Santo de Israel nuestro rey. (Salmos 89:18)
Jesús lo reprendió, diciendo: "¡Cállate, y sal de él!" (Marcus 1:25)