Nueva Biblia Latinoamericana
Como por mi amigo, como por mi hermano, andaba de aquí para allá; Como el que está de duelo por la madre, enlutado me encorvaba. (Salmos 35:14)
Pero ellos se alegraron en mi tropiezo, y se reunieron; Los agresores, a quienes no conocía, se juntaron contra mí; Me despedazaban sin cesar. (Salmos 35:15)
Como bufones impíos en una fiesta, Rechinaban sus dientes contra mí. (Salmos 35:16)
¿Hasta cuándo, Señor, estarás mirando? Rescata mi alma de sus estragos, Mi única vida de los leones.
En la gran congregación Te daré gracias; Entre mucha gente Te alabaré. (Salmos 35:18)
No permitas que se regocijen a costa mía los que injustamente son mis enemigos, Ni que guiñen el ojo con malicia los que sin causa me aborrecen. (Salmos 35:19)
Porque ellos no hablan paz, Sino que piensan palabras engañosas contra los pacíficos de la tierra, (Salmos 35:20)

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Salmos 35:17 - Referencia Cruzada

Tú lo has visto, porque has contemplado la malicia y el maltrato, para hacer justicia con Tu mano. A Ti se acoge el desvalido; Tú has sido amparo del huérfano. (Salmos 10:14)
Mi alma está entre leones; Tengo que acostarme entre los que vomitan fuego; Entre los hijos de los hombres, cuyos dientes son lanzas y saetas, Y cuya lengua es espada afilada. (Salmos 57:4)
Sácame del cieno y no dejes que me hunda; Sea yo librado de los que me odian, y de lo profundo de las aguas. (Salmos 69:14)
¿Hasta cuándo los impíos, SEÑOR, Hasta cuándo los impíos se regocijarán? (Salmos 94:3)
No vemos nuestras señales; Ya no queda profeta, Ni hay entre nosotros quien sepa hasta cuándo. (Salmos 74:9)
Muy limpios son Tus ojos para mirar el mal, Y no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué miras con agrado A los que proceden pérfidamente, Y guardas silencio cuando el impío devora Al que es más justo que él? (Habacuc 1:13)
¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá como el fuego Tu furor? (Salmos 89:46)
Para el director del coro. Salmo de David. ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí Tu rostro? (Salmos 13:1)
Mi alma también está muy angustiada; Y Tú, oh SEÑOR, ¿hasta cuándo? (Salmos 6:3)
Libra mi alma de la espada, Mi única vida de las garras del perro. (Salmos 22:20)
Atiende a mi clamor, Porque estoy muy abatido; Líbrame de los que me persiguen, Porque son más fuertes que yo. (Salmos 142:6)