Nueva Biblia Latinoamericana
Los que a El miraron, fueron iluminados; Sus rostros jamás serán avergonzados. (Salmos 34:5)
Este pobre clamó, y el SEÑOR le oyó, Y lo salvó de todas sus angustias. (Salmos 34:6)
El ángel del SEÑOR acampa alrededor de los que Le temen, Y los rescata. (Salmos 34:7)
Prueben y vean que el SEÑOR es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en El se refugia!
Teman al SEÑOR, ustedes Sus santos, Pues nada les falta a aquéllos que Le temen. (Salmos 34:9)
Los leoncillos pasan necesidad y tienen hambre, Pero los que buscan al SEÑOR no carecerán de bien alguno. (Salmos 34:10)
Vengan, hijos, escúchenme; Les enseñaré el temor del SEÑOR. (Salmos 34:11)

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Salmos 34:8 - Referencia Cruzada

Para el director del coro. Masquil de David, cuando fue Doeg el Edomita e informó a Saúl, diciéndole: "David está en casa de Ahimelec." ¿Por qué te glorías del mal, oh poderoso? La misericordia de Dios es constante. (Salmos 52:1)
Como con médula y grasa está saciada mi alma; Y con labios jubilosos Te alaba mi boca. (Salmos 63:5)
¡Cuán dulces son a mi paladar Tus palabras!, Sí, más que la miel a mi boca. (Salmos 119:103)
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que hemos contemplado y lo que han tocado nuestras manos, esto escribimos acerca del Verbo de vida. (1 Juan 1:1)
Honren al Hijo para que no se enoje y perezcan en el camino, Pues puede inflamarse de repente Su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian! (Salmos 2:12)
Continúa Tu misericordia para con los que Te conocen, Y Tu justicia para con los rectos de corazón. (Salmos 36:10)
He entrado en mi huerto, hermana mía, esposa mía ; He recogido mi mirra con mi bálsamo. He comido mi panal y mi miel; He bebido mi vino y mi leche. Coman, amigos; Beban y embriáguense, oh amados." (Cantares 5:1)
Oh SEÑOR de los ejércitos, ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Ti confía! (Salmos 84:12)
Y llenaré con abundancia el alma de los sacerdotes, Y Mi pueblo se saciará de Mi bondad," declara el SEÑOR. (Jeremías 31:14)
Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, (Hebreos 6:4)
Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. (1 Juan 4:7)
Como el manzano entre los árboles del bosque, Así es mi amado entre los jóvenes. A su sombra placentera me he sentado, Y su fruto es dulce a mi paladar. (Cantares 2:3)
Pues ¡cuánta es su gracia y cuánta su hermosura! El trigo hará florecer a los jóvenes y el vino nuevo a las vírgenes. (Zacarías 9:17)
¡Cuán preciosa es, oh Dios, Tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de Tus alas. (Salmos 36:7)
deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para salvación, (1 Pedro 2:2)