Ahora sé que el SEÑOR salva a Su ungido; Le responderá desde Su santo cielo Con la potencia salvadora de Su diestra. (Salmos 20:6)

Algunos confían en carros y otros en caballos, Pero nosotros en el nombre del SEÑOR nuestro Dios confiaremos. (Salmos 20:7)

Ellos se doblegaron y cayeron, Pero nosotros nos hemos levantado y nos mantenemos en pie. (Salmos 20:8)

¡Salva, oh SEÑOR! Que el Rey nos responda el día que clamemos.

Para el director del coro. Salmo de David. Oh SEÑOR, en Tu fortaleza se alegrará el rey, ¡y cuánto se regocijará en Tu salvación! (Salmos 21:1)

Tú le has dado el deseo de su corazón, Y no le has negado la petición de sus labios. (Selah) (Salmos 21:2)

Porque le sales al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino colocas en su cabeza. (Salmos 21:3)

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En este artículo, el autor habla sobre nuestro Rey divino y cómo debemos adorarlo y obedecerlo en lugar de a líderes humanos. También alienta a los creyentes a vivir en la gracia y la verdad de Cristo y a derribar cualquier rey desatinado en sus vidas. Se sugiere el Salmo 72 como lectura complementaria.

Espera al Señor pacientemente
Aprende a esperar pacientemente en Dios y mantener tu fe y confianza en Él, a pesar de las pruebas y dificultades que enfrentes. Sé fiel a Él y otros verán tu testimonio y confiarán en Dios.

No te desampararé, ni te dejaré
Reflexión sobre la promesa de Dios de no abandonarnos y cómo recordar sus misericordias anteriores nos da ánimo.

Los consuelos del Señor
Artículo sobre la promesa de Dios de tener misericordia para con los afligidos y la importancia de adorarle con corazones creyentes.

Salmos 20:9 - Referencia Cruzada

Y las multitudes que iban delante de El y las que iban detrás, gritaban: "¡Hosanna al Hijo de David! ¡BENDITO AQUEL QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¡Hosanna en las alturas!" (Mateo 21:9)

Pero Yo mismo he consagrado a Mi Rey Sobre Sion, Mi santo monte." (Salmos 2:6)

Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque es a Ti a quien oro. (Salmos 5:2)

Con todo, Dios es mi rey desde la antigüedad, El que hace obras de salvación en medio de la tierra. (Salmos 74:12)

Yo Te he invocado, oh Dios, porque Tú me responderás; Inclina a mí Tu oído, escucha mi palabra. (Salmos 17:6)

Alcen, oh puertas, sus cabezas, álcense, puertas eternas, Para que entre el Rey de la gloria. (Salmos 24:7)

¡Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío! Porque Tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla; Rompes los dientes de los impíos. (Salmos 3:7)

Te rogamos, oh SEÑOR, sálvanos ahora; Te rogamos, oh SEÑOR, prospéranos ahora. (Salmos 118:25)

Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y decían: "¡Hosanna al Hijo de David!" se indignaron. (Mateo 21:15)

Tú eres mi Rey, oh Dios; Manda victorias a Jacob. (Salmos 44:4)