Nueva Biblia Latinoamericana
¡Salva, oh SEÑOR! Que el Rey nos responda el día que clamemos. (Salmos 20:9)
Para el director del coro. Salmo de David. Oh SEÑOR, en Tu fortaleza se alegrará el rey, ¡y cuánto se regocijará en Tu salvación! (Salmos 21:1)
Tú le has dado el deseo de su corazón, Y no le has negado la petición de sus labios. (Selah) (Salmos 21:2)
Porque le sales al encuentro con bendiciones de bien; Corona de oro fino colocas en su cabeza.
Vida Te pidió y Tú se la diste, Largura de días eternamente y para siempre. (Salmos 21:4)
Grande es su gloria por Tu salvación, Esplendor y majestad has puesto sobre él. (Salmos 21:5)
Pues le haces bienaventurado para siempre; Con Tu presencia le deleitas con alegría. (Salmos 21:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Salmos 21:3":

Faustino de Jesús Zamora Vargas
Mi Dios es Rey (¡Que viva nuestro Rey!)
En este artículo, el autor habla sobre nuestro Rey divino y cómo debemos adorarlo y obedecerlo en lugar de a líderes humanos. También alienta a los creyentes a vivir en la gracia y la verdad de Cristo y a derribar cualquier rey desatinado en sus vidas. Se sugiere el Salmo 72 como lectura complementaria.


Andrés Cisterna
Con todo me gozaré en el Dios de mi salvación
El mensaje del pastor es que debemos celebrar y alegrarnos en el Señor, ya que Dios es un Dios de alegrías y fiestas.


Salmos 21:3 - Referencia Cruzada

Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y el rey David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del SEÑOR; luego ungieron a David como rey sobre Israel. (2 Samuel 5:3)
Entonces Samuel tomó el cuerno de aceite y lo ungió en medio de sus hermanos. Y el Espíritu del SEÑOR vino poderosamente sobre David desde aquel día en adelante. Luego Samuel se levantó y se fue a Ramá. (1 Samuel 16:13)
Ahora pues, levántate, oh SEÑOR Dios, hacia Tu reposo, Tú y el arca de Tu poder; que Tus sacerdotes, oh SEÑOR Dios, se revistan de salvación y Tus santos se regocijen en lo que es bueno. (2 Crónicas 6:41)
Mi Dios en Su misericordia vendrá a mi encuentro; Dios me permitirá verme victorioso sobre mis enemigos. (Salmos 59:10)
David tomó la corona de la cabeza del rey de los Amonitas, y halló que pesaba 34 kilos de oro y que tenía en ella una piedra preciosa; y fue puesta sobre la cabeza de David. Sacó además una gran cantidad de botín de la ciudad. (1 Crónicas 20:2)
¿Quién Me ha dado algo para que Yo se lo restituya? Cuanto existe debajo de todo el cielo es Mío. (Job 41:11)
¡Cuán grande es Tu bondad, Que has reservado para los que Te temen, Que has manifestado para los que en Ti se refugian, Delante de los hijos de los hombres! (Salmos 31:19)
Pero vemos a Aquél que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos. (Hebreos 2:9)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo. (Efesios 1:3)
Quitó la corona de la cabeza de su rey, la cual pesaba 34 kilos de oro y tenía una piedra preciosa, y fue puesta sobre la cabeza de David. Y él sacó botín de la ciudad en grandes cantidades. (2 Samuel 12:30)
Sus ojos son una llama de fuego, y sobre Su cabeza hay muchas diademas (coronas). Tiene un nombre escrito que nadie conoce sino El. (Apocalipsis 19:12)
Los hombres de Judá vinieron y ungieron allí a David como rey sobre la casa de Judá. Y avisaron a David: "Fueron los hombres de Jabes de Galaad los que sepultaron a Saúl." (2 Samuel 2:4)
¿O QUIEN LE HA DADO A EL PRIMERO PARA QUE SE LE TENGA QUE RECOMPENSAR? (Romanos 11:35)
Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, Pero el SEÑOR fue mi sostén. (Salmos 18:18)
¿O tienes en poco las riquezas de Su bondad y tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento? (Romanos 2:4)