También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, Y destruí a los que me odiaban.
(2 Samuel 22:41)
Clamaron, pero no hubo quién los salvara; Aun al SEÑOR clamaron, mas no les respondió.
(2 Samuel 22:42)
Entonces los pulvericé, como polvo de la tierra, Como lodo de las calles los trituré y los pisé.
(2 Samuel 22:43)
Tú me has librado también de las contiendas de mi pueblo; Me has guardado para ser cabeza de naciones; Pueblo que yo no conocía me sirve.
Los extranjeros me fingen obediencia, Al oírme, me obedecen.
(2 Samuel 22:45)
Los extranjeros desfallecen, Y salen temblando de sus fortalezas.
(2 Samuel 22:46)
El SEÑOR vive, bendita sea mi roca, Y ensalzado sea Dios, roca de mi salvación,
(2 Samuel 22:47)
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2 Samuel 22:44 - Referencia Cruzada
Pídeme, y Te daré las naciones como herencia Tuya, Y como posesión Tuya los confines de la tierra.
(Salmos 2:8)
Y Le fue dado dominio, Gloria y reino (soberanía), Para que todos los pueblos, naciones y lenguas Le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno Que nunca pasará, Y Su reino uno Que no será destruido.
(Daniel 7:14)
El Dios de nuestros padres (antepasados) resucitó a Jesús, a quien ustedes mataron y colgaron en una cruz (un madero).
(Hechos 5:30)
Juzgará entre las naciones, Las llenará de cadáveres, Quebrantará cabezas sobre la ancha tierra.
(Salmos 110:6)
Y a su vez, Isaías dice: "RETOÑARA LA RAIZ DE ISAI, EL QUE SE LEVANTA A REGIR A LOS GENTILES; LOS GENTILES PONDRAN EN EL SU ESPERANZA."
(Romanos 15:12)
Después de esto, David derrotó a los Filisteos y los sometió, y David tomó el mando de la ciudad principal de mano de los Filisteos.
(2 Samuel 8:1)
Y se encontraba allí un hombre indigno que se llamaba Seba, hijo de Bicri, el Benjamita; y éste tocó la trompeta y dijo: "No tenemos parte con David, Ni tenemos heredad con el hijo de Isaí; ¡Israel, cada uno a sus tiendas!"
(2 Samuel 20:1)
Domine él de mar a mar Y desde el Río Eufrates hasta los confines de la tierra.
(Salmos 72:8)
La sembraré para Mí en la tierra, Y tendré compasión de la que no recibió compasión, Y diré al que no era Mi pueblo: 'Tú eres Mi pueblo,' Y él dirá: 'Tú eres mi Dios.'"
(Oseas 2:23)
el que por el Espíritu Santo, por boca de nuestro padre David, Tu siervo, dijiste: '¿POR QUE SE ENFURECIERON LOS GENTILES (LAS NACIONES), Y LOS PUEBLOS TRAMARON COSAS VANAS?
(Hechos 4:25)
El pueblo salió al campo al encuentro de Israel, y se entabló la batalla en el bosque de Efraín.
(2 Samuel 18:6)
El SEÑOR te pondrá a la cabeza y no a la cola, sólo estarás encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del SEÑOR tu Dios que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente.
(Deuteronomio 28:13)
Entonces todas las tribus de Israel fueron a David, en Hebrón, y le dijeron: "Aquí estamos, hueso suyo y carne suya somos.
(2 Samuel 5:1)
Tú me has librado de las contiendas del pueblo; Me has puesto por cabeza de las naciones; Pueblo que yo no conocía me sirve.
(Salmos 18:43)
Así inclinó el corazón de todos los hombres de Judá como el de un solo hombre, y enviaron palabra al rey, diciendo: "Regresa, tú y todos tus siervos."
(2 Samuel 19:14)
Hubo larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando.
(2 Samuel 3:1)
¿Por qué se sublevan las naciones, Y los pueblos traman cosas vanas?
(Salmos 2:1)
Tú llamarás a una nación que no conocías, Y una nación que no te conocía, correrá a ti A causa del SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel; Porque El te ha glorificado."
(Isaías 55:5)
Entonces la mujer, con su sabiduría, fue a hablar a todo el pueblo; y ellos le cortaron la cabeza a Seba, hijo de Bicri, y se la arrojaron a Joab. El, pues, tocó la trompeta y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda. Joab también regresó al rey en Jerusalén.
(2 Samuel 20:22)
Como también dice en Oseas: "A LOS QUE NO ERAN MI PUEBLO, LLAMARE: 'PUEBLO MIO,' Y A LA QUE NO ERA AMADA: 'AMADA M&IA .'
(Romanos 9:25)
Moab es la vasija en que Me lavo; Sobre Edom arrojaré Mi calzado; Clama a gritos, oh Filistea, a causa de Mí."
(Salmos 60:8)
Me dejé buscar por los que no preguntaban por Mí; Me dejé hallar por los que no Me buscaban. Dije: 'Aquí estoy, aquí estoy,' A una nación que no invocaba Mi nombre.
(Isaías 65:1)
Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: "El rey nos ha librado de mano de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano de los Filisteos, pero ahora ha huido de la tierra por causa de Absalón.
(2 Samuel 19:9)
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo (se oyeron) grandes voces en el cielo, que decían: "El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de Su Cristo (el Mesías). El reinará por los siglos de los siglos."
(Apocalipsis 11:15)
Porque la nación y el reino que no te sirvan, perecerán, Y esas naciones serán completamente destruidas.
(Isaías 60:12)