Y vino el terror de Dios sobre todos los reinos de aquellas tierras cuando oyeron que el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel.
(2 Crónicas 20:29)El reino de Josafat estuvo en paz, porque su Dios le dio tranquilidad por todas partes.
(2 Crónicas 20:30)Josafat reinó sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre era Azuba, hija de Silhi.
(2 Crónicas 20:31)Anduvo en el camino de su padre Asa, y no se apartó de él, haciendo lo recto ante los ojos del SEÑOR.
Sin embargo, los lugares altos no fueron quitados, pues el pueblo no había vuelto aún su corazón al Dios de sus padres.
(2 Crónicas 20:33)Los demás hechos de Josafat, los primeros y los postreros, están escritos en las crónicas de Jehú, hijo de Hananí, que están mencionados en el Libro de los Reyes de Israel.
(2 Crónicas 20:34)Después de esto Josafat, rey de Judá, se alió con Ocozías, rey de Israel. Al hacer esto obró impíamente.
(2 Crónicas 20:35)Otras publicaciones relacionadas con "2 Crónicas 20:32":
2 Crónicas 20:32 - Referencia Cruzada
Asa hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, como David su padre.
(1 Reyes 15:11)En ese tiempo el vidente Hananí vino a Asa, rey de Judá, y le dijo: "Por cuanto te has apoyado en el rey de Aram y no te has apoyado en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Aram ha escapado de tu mano.
(2 Crónicas 16:7)Entonces Asa invocó al SEÑOR su Dios, y dijo: "SEÑOR, no hay nadie más que Tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerza. Ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en Ti nos apoyamos y en Tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh SEÑOR, Tú eres nuestro Dios; que no prevalezca ningún hombre contra Ti."
(2 Crónicas 14:11)Y el SEÑOR estuvo con Josafat porque anduvo en los primeros caminos de su padre David y no buscó a los Baales,
(2 Crónicas 17:3)Porque he guardado los caminos del SEÑOR, Y no me he apartado impíamente de mi Dios.
(Salmos 18:21)Asa hizo lo bueno y lo recto ante los ojos del SEÑOR su Dios,
(2 Crónicas 14:2)Las palabras de su boca son iniquidad y engaño; Ha dejado de ser sabio y de hacer el bien.
(Salmos 36:3)