Nueva Biblia Latinoamericana
Y Ben Adad escuchó al rey Asa y envió a los capitanes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y conquistaron Ijón, Dan, Bel Maim y todas las ciudades de almacenaje de Neftalí. (2 Crónicas 16:4)
Y cuando Baasa se enteró, dejó de fortificar Ramá, y abandonó su obra. (2 Crónicas 16:5)
Entonces el rey Asa trajo a todo Judá, y se llevaron las piedras de Ramá y la madera con que Baasa la había estado edificando, y con ellas fortificó Geba y Mizpa. (2 Crónicas 16:6)
En ese tiempo el vidente Hananí vino a Asa, rey de Judá, y le dijo: "Por cuanto te has apoyado en el rey de Aram y no te has apoyado en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Aram ha escapado de tu mano.
¿No eran los Etíopes y los Libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, porque te apoyaste en el SEÑOR, El los entregó en tu mano. (2 Crónicas 16:8)
Porque los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a aquéllos cuyo corazón es completamente Suyo. Tú has obrado neciamente en esto. Ciertamente, desde ahora habrá guerras contra ti." (2 Crónicas 16:9)
Entonces Asa se irritó contra el vidente y lo metió en la cárcel, porque estaba enojado contra él por esto. Por ese tiempo, Asa oprimió a algunos del pueblo. (2 Crónicas 16:10)

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2 Crónicas 16:7 - Referencia Cruzada

Así dice el SEÑOR: "Maldito el hombre que en el hombre confía, Y hace de la carne su fortaleza (brazo), Y del SEÑOR se aparta su corazón. (Jeremías 17:5)
Sean fuertes y valientes; no teman ni se acobarden a causa del rey de Asiria, ni a causa de toda la multitud que está con él, porque el que está con nosotros es más poderoso que el que está con él. (2 Crónicas 32:7)
Así fueron humillados los Israelitas en aquel tiempo, y los hijos de Judá prevalecieron porque se apoyaron en el SEÑOR, Dios de sus padres. (2 Crónicas 13:18)
No confíen ustedes en príncipes, Ni en hijo de hombre en quien no hay salvación. (Salmos 146:3)
Pero el vidente Jehú, hijo de Hananí, salió a encontrarlo y dijo al rey Josafat: "¿Vas a ayudar al impío y amar a los que odian al SEÑOR, y con esto traer sobre ti la ira del SEÑOR? (2 Crónicas 19:2)
Dios los ayudó contra ellos, y los Agarenos y todos los que estaban con ellos fueron entregados en sus manos; porque clamaron a Dios en la batalla, y Dios fue propicio a ellos porque confiaron en El. (1 Crónicas 5:20)
Cada uno será como refugio contra el viento Y un abrigo (amparo) contra la tormenta, Como corrientes de agua en tierra seca, Como la sombra de una gran peña en tierra árida. (Isaías 32:2)
Y la palabra del SEÑOR vino a Jehú, hijo de Hananí, contra Baasa: (1 Reyes 16:1)
Los demás hechos de Josafat, los primeros y los postreros, están escritos en las crónicas de Jehú, hijo de Hananí, que están mencionados en el Libro de los Reyes de Israel. (2 Crónicas 20:34)
a fin de que nosotros, que fuimos los primeros en esperar en Cristo (el Mesías), seamos para alabanza de Su gloria. (Efesios 1:12)
Ezequías confió en el SEÑOR, Dios de Israel. Después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni entre los que fueron antes de él, (2 Reyes 18:5)
¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda! En los caballos buscan apoyo, Y confían en los carros porque son muchos, Y en los jinetes porque son muy fuertes, Pero no miran al Santo de Israel, ni buscan al SEÑOR. (Isaías 31:1)