Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando todos los hombres de Israel que vivían en el valle, vieron que los suyos habían huido y que Saúl y sus hijos habían muerto, abandonaron sus ciudades y huyeron; entonces los Filisteos vinieron y habitaron en ellas. (1 Crónicas 10:7)
Al día siguiente, cuando los Filisteos vinieron para despojar a los muertos, hallaron a Saúl y a sus hijos caídos en el Monte Gilboa. (1 Crónicas 10:8)
Lo despojaron, tomaron su cabeza y sus armas y enviaron mensajeros por toda la tierra de los Filisteos para que llevaran las buenas nuevas a sus ídolos y al pueblo. (1 Crónicas 10:9)
Pusieron su armadura en la casa de sus dioses y clavaron su cabeza en la casa de Dagón.
Cuando los de Jabes de Galaad oyeron todo lo que los Filisteos habían hecho a Saúl, (1 Crónicas 10:11)
se levantaron todos los hombres valientes y se llevaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos, los trajeron a Jabes y enterraron sus huesos bajo la encina en Jabes, y ayunaron siete días. (1 Crónicas 10:12)
Así murió Saúl por la transgresión que cometió contra el SEÑOR por no haber guardado la palabra del SEÑOR, y también porque consultó y pidió consejo a una adivina, (1 Crónicas 10:13)

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1 Crónicas 10:10 - Referencia Cruzada

Pusieron sus armas en el templo de Astarot, y ataron su cuerpo al muro de Bet Sán. (1 Samuel 31:10)
Entonces los Filisteos tomaron el arca de Dios y la introdujeron en el templo de Dagón, y la pusieron junto a Dagón. (1 Samuel 5:2)