La iglesia y su naturaleza sanadora
Faustino de Jesús Zamora VargasAnte la pregunta ¿qué es la iglesia? lanzada a un auditorio, cristiano o no, encontraríamos una enorme variedad de respuestas. Para los cristianos no es solamente el santuario o templo, sino más bien lo que le confiere un carácter sagrado como cuerpo de Cristo: una casa espiritual en el que el creyente asume un rol activo y contribuye espiritualmente a edificarla mientras se edifica a sí mismo sirviendo Dios de acuerdo al don que haya recibido. No somos simplemente una comunidad de creyentes, sino una comunidad de creyentes en Cristo Jesús y esto es lo que hace de la iglesia un organismo vivo diferente que trasciende sus propias fronteras y nos hace a sus miembros especiales delante de Dios. Es Jesús la esencia de la iglesia y su modelo de vida la principal fuente de inspiración del cristiano. La iglesia apunta más allá de sí misma hacia Cristo, quien la edificó y es el eje sobre el cual gira la vida del que cree en Él.
Todo lo que la iglesia realiza hacia dentro y hacia afuera se sustenta en la actividad de Dios en su hijo Jesucristo. Es la iglesia un gran depósito de la gracia de Dios, y como tú y yo sabemos, la gracia de Dios es inagotable. Por eso es el sanatorio por excelencia para restaurar el alma de los que no tienen esperanzas, saciar el hambre espiritual y de conocimiento de los redimidos por Cristo y llevar el mensaje de salvación a un mundo destrozado por el pecado y la depravación con el único propósito de glorificar a Dios.