¿Hay algo imposible para Dios?
Faustino de Jesús Zamora VargasEl pecado desarraiga al ser humano, lo aniquila en vida, lo encierra en la prisión de la necedad y en la porfía de la lucha por la nada. Creyendo tomar a la vida como a un toro por los cuernos y aspirando vencerla con las fuerzas de los deseos por el éxito y la fanfarria, el hombre camina hacia su propia destrucción
, hacia la muerte eterna. La obstinación en hacer del pecado una adicción, lo lleva a un callejón sin salida. El hombre, aun ostentando títulos y galardones de papel, sigue siendo ignorante de lo divino. No estamos calificados por Dios para juzgar tal ignorancia. Antes de emitir un juicio que no nos corresponde, debemos amarlos. ¿No es acaso eso lo que dice el primer mandamiento que nos dejó Jesús? Dios no nos ha dado permiso para juzgar al prójimo, sino que nos entregó un mandamiento que pocas veces aplicamos a nuestra propia vida: amar al prójimo como a nosotros mismos.