Está Jesus contigo todavía?
Omar Soto(Audio: Español)
RESUMEN:
El autor comparte una anécdota de su sobrino corriendo por los techos de las casas y su madre corriendo detrás de él, lo que lo lleva a reflexionar sobre cómo a veces asumimos que alguien está con nosotros sin asegurarnos de que es así. Luego, cita el pasaje de Lucas 2:41-43 sobre José y María perdiendo a Jesús durante su viaje a Jerusalén para celebrar la Pascua, y cómo esto puede aplicarse a nuestras vidas cuando asumimos que Dios está con nosotros, pero no nos aseguramos de su presencia y compañía.
El pastor Omar habla sobre la importancia de tener a Jesús presente en nuestras vidas y jornadas. Al igual que José y María, que perdieron a Jesús en su camino, nosotros también podemos perder la presencia de Jesús en nuestras vidas si no lo reconocemos. Es importante recordar que el éxito se mide por mantenernos fieles al propósito de vida que Dios tiene para nosotros y no por alcanzar metas tangibles y pasajeras. También es importante no depender demasiado del apoyo de otros y asumir nuestra responsabilidad de orar y buscar a Dios en todo momento. Tener a Jesús presente en nuestras vidas nos proporciona sabiduría, estatura y gracia ante Dios y los hombres.
En la jornada de nuestra vida, es importante tener a Dios presente y no asumir que está ahí sin asegurarnos de ello. Debemos buscar su presencia en todo lo que hacemos, desde el trabajo hasta las relaciones personales. Incluso en momentos de fracaso, debemos reconocer la presencia de Dios y verlos como oportunidades para crecer. Debemos ser intencionales en buscar la presencia de Dios en nuestras vidas y no apoyarnos en nuestra propia prudencia o fuerza. Debemos reconocer que nuestra fuerza, recursos y energías provienen de Él. Pedimos que Dios nos llene de fuerza y dirección en nuestras encrucijadas y abra puertas y oportunidades para nosotros. Bendecimos a todas las personas, jóvenes, niños, matrimonios y solteros, y enviamos una palabra de unción, bendición, fortaleza y ánimo a cada uno de ellos. Declaramos victoria para honrar y glorificar el nombre de Dios.Padre yo te doy las gracias por la oportunidad que me concedes de poder compartir tu palabra hoy con mis hermanos y hermanas. Señor, y así como sucedió esta mañana, yo también te pido ahora que esta palabra se haga vida para cada uno de nosotros. Por favor dame la fuerza que necesito para poder estar aquí y compartir este mensaje hoy. Y Señor, que seas tu glorificado en todo y que tu palabra no regresa atrás vacía sino que cumpla aquello para lo cual tu lo envías hoy. Que seas tu glorificado por encima de todas las cosas. Gracias, Jesús. Amen.
Bien, hermanos, hace unos meses atrás yo estuve hablando con mi madre, allá en Puerto Rico, por teléfono y ella me estaba contando acerca de una de sus experiencias con mi sobrino menor de un año y medio. Él se llama Giorvani, no Giovanni, sino Giorvani, yo se que los puertorriqueños tienen algo loco de jugar con los nombres y le pusieron Giorvani a mi sobrino. Entonces, mi madre me cuenta que estaban en mi casa allá en Puerto Rico, y nosotros vivimos en un sector que le dicen town houses, son como una hilera de tres casas que están juntas y entonces después de esas tres casas hay un espacio en el medio, y después viene otra hilera de 3 casas.