Emanuel = Dios contigo, siempre
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: El mensaje de la meditación de hoy se basa en Mateo 28:20, donde Jesús promete estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo. La presencia de Dios es esencial para los cristianos y debemos estar conscientes de ella cada día. Jesús es Emmanuel, lo que significa "Dios con nosotros", y su encarnación y presencia en nosotros nos asegura que siempre está con nosotros en todo momento. Debemos cultivar siempre el sentido de la presencia de Dios y buscar su rostro a través de la oración y la búsqueda constante de su voluntad en nuestras vidas.
Es importante cultivar el sentido de la presencia de Dios en nuestra vida, ya que esto nos da ánimo y valor para emprender las cosas de la vida. Dios está con nosotros en el diario vivir, en las tareas cotidianas de la vida, en los asuntos normales y sencillos. Si Dios está con nosotros, podemos emprender cosas grandes y hacer proezas. La presencia de Dios también trae prosperidad y bendición a nuestros ambientes. Debemos cultivar este sentido activo de la presencia de Dios en nuestra vida para que su poder se mueva sobre nosotros y bendiga a los que nos rodean.
Dios está con nosotros en todas las áreas de nuestra vida: en las tareas cotidianas, cuando servimos al Señor, en los problemas de la vida, en las rachas de dificultades y en nuestros esfuerzos de superación. Es importante tener conciencia de la presencia de Dios en todo momento y en todo lo que hacemos para poder prosperar y ser bendecidos. Cuando enfrentamos tiempos difíciles, debemos agarrarnos de las promesas del Señor y confiar en que Él está con nosotros. En nuestros esfuerzos de superación, debemos recordar que Dios va delante de nosotros y nos guía. No debemos tener miedo ni duda, sino confiar en que Dios está con nosotros en todo momento.
Dios está contigo y no debes tener temor ni duda en tu corazón. Él te permite emprender grandes cosas en la vida y abrirá caminos para que entres en la bendición que Él tiene para ti. Llena tu corazón con la conciencia de la presencia de Dios y cree que Él está contigo siempre. Confía en Cristo y camina en la certeza de que Él está contigo en todo momento. Cultiva la presencia de Dios en tu vida y sal fortalecido de esta experiencia. Te bendigo en el nombre de Jesús. Amen.
Es importante cultivar el sentido de la presencia de Dios en nuestra vida, ya que esto nos da ánimo y valor para emprender las cosas de la vida. Dios está con nosotros en el diario vivir, en las tareas cotidianas de la vida, en los asuntos normales y sencillos. Si Dios está con nosotros, podemos emprender cosas grandes y hacer proezas. La presencia de Dios también trae prosperidad y bendición a nuestros ambientes. Debemos cultivar este sentido activo de la presencia de Dios en nuestra vida para que su poder se mueva sobre nosotros y bendiga a los que nos rodean.
Dios está con nosotros en todas las áreas de nuestra vida: en las tareas cotidianas, cuando servimos al Señor, en los problemas de la vida, en las rachas de dificultades y en nuestros esfuerzos de superación. Es importante tener conciencia de la presencia de Dios en todo momento y en todo lo que hacemos para poder prosperar y ser bendecidos. Cuando enfrentamos tiempos difíciles, debemos agarrarnos de las promesas del Señor y confiar en que Él está con nosotros. En nuestros esfuerzos de superación, debemos recordar que Dios va delante de nosotros y nos guía. No debemos tener miedo ni duda, sino confiar en que Dios está con nosotros en todo momento.
Dios está contigo y no debes tener temor ni duda en tu corazón. Él te permite emprender grandes cosas en la vida y abrirá caminos para que entres en la bendición que Él tiene para ti. Llena tu corazón con la conciencia de la presencia de Dios y cree que Él está contigo siempre. Confía en Cristo y camina en la certeza de que Él está contigo en todo momento. Cultiva la presencia de Dios en tu vida y sal fortalecido de esta experiencia. Te bendigo en el nombre de Jesús. Amen.
A la palabra del Señor en el Capítulo 28 de Mateo, versículo 20. hay un versículo bien sencillo, unas palabras del Señor conocidas. La segunda parte de ese versículo 20 de Mateo 28 dice: “... y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo...”
¿Cuántos pueden decir amen a eso? Quiero que digan conmigo, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, todos los días, hasta el fin del mundo. Amen. Esa palabra es para ti, mi hermano, mi hermana en esta mañana y yo quiero que se grabe ese concepto del Dios que está con nosotros, el Dios con nosotros.
¿Cuántos pueden decir amen a eso? Quiero que digan conmigo, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, todos los días, hasta el fin del mundo. Amen. Esa palabra es para ti, mi hermano, mi hermana en esta mañana y yo quiero que se grabe ese concepto del Dios que está con nosotros, el Dios con nosotros.
