Es mejor orar con otros
Dr. Roberto MirandaCuando el rey Josafat fue confrontado con la mayor crisis de su vida, reconoció su gran temor y su incapacidad para lidiar con la situación adecuadamente, y en vez de tratar de buscar sus propias soluciones, clamó al Señor y apeló a las promesas en su Palabra.
La decisión de Josafat de humillarse y buscar sabiduría de parte de Dios es inspiradora y ejemplar. Pero su búsqueda personal de la ayuda divina no se quedó ahí. Se nos dice que, adicionalmente, Josafat “hizo pregonar ayuno a todo Judá” (2 Cró 20:3). En una cultura teocrática como Judá, el rey no sólo funcionaba como líder político, sino también como cabeza espiritual. Poseía la autoridad para convocar a todo el pueblo a clamar y ayunar, y no titubeó en usarla. Involucró a toda la nación en apelar a Jehová para una intervención milagrosa. El escritor provee más detalle, añadiendo: “Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová; y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová”.