Cristo - el pasaporte para entrar al reino
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
En Romanos 1:16-17, el Apóstol Pablo establece la esencia de todo el libro de Romanos: el Evangelio es poder de Dios para la salvación de todos aquellos que creen en él. El Evangelio es la buena noticia de que el hombre ya no tiene que estar en enemistad con Dios por su pecado, y que Jesucristo es el único camino a Dios y la reconciliación con él. Pablo no se avergüenza de predicar el Evangelio porque sabe que es poder para la salvación de todo aquel que cree, ya sea judío o griego (representando a todos los demás pueblos). La salvación es por la fe solamente y no por las obras o ritos religiosos. El Evangelio es para todo el mundo, y sin Cristo, nadie puede entrar en el Reino de Dios por su propia justicia. Solo Cristo puede dar a un hombre la capacidad de adquirir la perfección necesaria para entrar en el Reino de Dios.
El mensaje principal es que la salvación solo se puede obtener a través de la fe en Jesucristo. No hay obras que puedan salvarte, solo la creencia en la sangre de Cristo. La ira de Dios se revela contra aquellos que resisten la palabra de Dios y actúan de manera impía o injusta. Aunque Dios es amor, también es fuego consumidor y puede enojarse con la humanidad. En lo profundo de su corazón, el hombre sabe quién es Dios y puede derivar valores de la naturaleza y el orden de la creación.
El Apóstol Pablo está construyendo un caso contra la humanidad para mostrar que todos somos culpables y merecemos la ira y la muerte, y que la única esperanza de salvación es Cristo Jesús. Debemos reconocer que sin Cristo no podemos ser salvos y que necesitamos someter nuestras vidas a los principios y enseñanzas del Evangelio. Debemos ser una voz humilde pero clara para decirle a la humanidad que la única forma de tener paz con Dios es a través del Evangelio y la persona de Cristo Jesús. En la oración final, se invita a todos a renovar su fe en Jesucristo y a entregar sus vidas a él.Romanos 1:16 dice: “.... porque no avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego, porque en el Evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe como está escrito, más el justo por la fe vivirá.”
Y entonces continúa desarrollando esa idea ya desde otra perspectiva y dice: “.... porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, de Dios, su eterno poder, su deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles, por lo cual, es decir como consecuencia de esa actitud y de esa postura, por lo cual también Dios –esta es la reacción de Dios a esa actitud- los entregó a la inmundicia en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira honrando y dando culto a las criaturas antes que al creador, el cual es bendito por los siglos. Amen.”