Cómo podemos resistir la seducción del diablo?
Gregory Bishop(Audio: Español)
RESUMEN:
En la carta a la iglesia de Pérgamo, Jesús habla de la ciudad como un centro espiritual y político de importancia en el imperio romano, donde el diablo tenía su trono. Él elogia a la iglesia por retener su nombre y no negar su fe, pero también les advierte que tienen a personas en su comunidad que retienen la doctrina de Balaam y los nicolaítas, que enseñan a poner tropiezos ante los hijos de Israel y a comer cosas sacrificadas a ídolos y cometer fornicación. Balaam era un adivino que intentó maldecir al pueblo de Israel por dinero, pero Dios no lo permitió. Sin embargo, Balaam fue seducido por el dinero y la fama y finalmente intentó maldecir al pueblo de Dios. Jesús llama a la iglesia de Pérgamo a arrepentirse y no ser seducidos por las tentaciones del diablo.
La historia de Balaam nos enseña que el diablo no puede intimidarnos, pero sí puede seducirnos y tentarnos con cosas atractivas. En la época de Balaam, la idolatría era muy atractiva, ya que se podía comer carne en los templos paganos y había prostitutas. Balaam intentó tentar al pueblo de Dios a través de la idolatría y la inmoralidad para que ellos mismos se auto maldijeran. La estrategia de Balaam es hacer que la idolatría sea deliciosa y atractiva para que sea más fácil seducir al pueblo de Dios. La avaricia también es una forma de idolatría. La tentación está presente en la comida y la sexualidad, pero el Señor nos da el regalo del arrepentimiento para salir de nuestras ataduras. La iglesia es un hospital para la sanidad de las ataduras y podemos confesar nuestros pecados y orar los unos por los otros para ser sanados. La Biblia nos da las promesas de Dios como antídoto para la seducción del diablo. El maná escondido es una promesa de Dios para el vencedor, que es mejor que cualquier comida atractiva que el diablo pueda ofrecer.
El ser humano siempre ha sido tentado por el diablo, pero Dios nos ha dado una piedrecita blanca con un nombre escrito que nos invita al banquete del Reino de Dios. Este banquete es mucho mejor que cualquier fiesta del diablo. Podemos comenzar a disfrutarlo ahora mismo a través de la presencia de Dios en nuestras vidas. La santa cena es un símbolo de este banquete celestial y todos estamos invitados a participar. Si confesamos nuestros pecados, Dios es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.Apocalipsis 2. Como ustedes saben estamos estudiando las cartas de Jesús a las iglesias en Asia en la época de la iglesia primitiva. Jesús mismo escribió unos mensajes a través del Apóstol Juan que estaba en exilio en Patmos viendo la costa de Turquía moderna, y el Señor le habló. Unos mensajes para las iglesias bajo persecución, iglesias sufriendo duramente para ser cristianos y los mensajes son 7 de cómo ser una iglesia vencedora. Y hoy en día más que nunca la iglesia moderna necesita escuchar eso, porque hay presiones contra nosotros diferentes que en otros años, y nosotros queremos ser una iglesia vencedora. Así que nos conviene si tenemos oídos oír lo que el espíritu dice a las iglesias y. y hoy vamos a leer la carta de Jesús a Pérgamo, comenzando en Apocalipsis 2, versículo 12. Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo:
“El que tiene la espada aguda de dos filos dice esto, ‘Yo conozco tus obras y dónde moras, donde está el trono de Satanás, pero retienes mi nombre y no has negado mi fe ni aún en los días en que Antipas, mi testigo fiel, fue muerto entre vosotros donde mora Satanás. Pero tengo unas pocas cosas contra ti que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam que enseñaba a Balak a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete pues sino vendré a ti pronto y pelearé contra ellos con la espada de mi boca. El que tiene oído oiga lo que el espíritu dice a las iglesias. Al que venciere daré a comer del maná escondido y le daré una piedrecita blanca y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.’”