Decisiones en el temor de Dios
Faustino de Jesús Zamora VargasCuando elegimos creer lo que Dios dice en su Palabra, la mente se renueva. El mentiroso que ha ofuscado el entendimiento de este mundo para que no se conozca el evangelio de Jesucristo hace todo lo posible para que el cristiano viva sintiéndose culpable por los pecados pasados, las decepciones sufridas, las pérdidas, los actos depravados de nuestra vieja naturaleza.
Hay púlpitos también, que como no encuentran nada alentador que decir de parte de Dios, le hacen juego al diablo en una suerte de vanas palabrerías conformes a cualquier cosa, menos a Cristo. Dios elevó la espada de su Palabra para instruirnos definitivamente en este sentido. El perdón que Dios propició en la cruz del Calvario es la puerta de la mayor exponencia de su gracia. El cristiano lo sabe, pero al diablo se le ha concedido un poco de poder para tentarnos, para probarnos. Las engañosas filosofías vienen de su mente. “Pero nosotros tenemos la mente de Cristo” (1 Co 2.16).