Estad quietos, y conoced que Yo soy Dios
Dr. Roberto MirandaEn ocasiones, no hacer nada y concentrar todo el ser en la fidelidad de Dios y la confiabilidad de sus promesas es el acto más poderoso y efectivo que jamás podríamos llevar a cabo. Isaías 30:15 declara: “En descanso y reposo seréis salvos; en quietud y confianza será vuestra fortaleza”. Por eso tenemos que pedirle al Señor: “Padre, dame discernimiento, para saber cuándo actuar y cuándo esperar, cuándo pelear y cuándo bajar la guardia, cuándo hablar y cuándo callar”. En la economía divina, hay tiempo para todo, y cada situación tiene su estrategia.
Muchas veces, la postura más poderosa de un hombre o una mujer de Dios es la quietud, el descanso. Cuántas veces la agonía y la angustia nos agotan física y emocionalmente. Muchas veces le he dicho al Señor, “Padre, no quiero vivir mi vida ministerial en agonía y angustia. Quiero laborar en reposo, anclado en ti, siempre renovándome como el águila, cobrando nuevas fuerzas aun en el vuelo, renovando mi visión mientras habito confiado, para poder seguir la batalla”.