Avivamiento es quebrantamiento y transformación completa
Igna de Suárez(Audio: Español)
RESUMEN:
La iglesia conmemora el aniversario de la muerte de Toñita, una mujer que vivió plenamente para el Señor y dejó un gran legado. Ella leía su Biblia diariamente y su vida fue un ejemplo de santidad y compromiso con Dios. La predicadora comparte un mensaje basado en Neemías 8 sobre la importancia de tener pasión y visión por nuestra familia y ciudad, y la necesidad de entender y aplicar la palabra de Dios en nuestras vidas. El mensaje concluye con la idea de que el gozo de Jehová es nuestra fortaleza.
En el libro de Nehemías, el pueblo se unió para pedir que trajeran el libro de la ley y estuvieron atentos mientras se leía. Esto demuestra la importancia de tener hambre y sed de la palabra de Dios. Es necesario que la gente esté atenta al libro y no al predicador, y que los predicadores desaparezcan para que la gloria sea solo de Dios. Se necesita una transformación profunda en la iglesia, con una pasión y celo por la palabra de Dios que inspire un avivamiento en todo el mundo.
El pueblo de Israel en tiempos de Esdras pidió escuchar la Palabra de Dios y se acercó a Esdras, un sacerdote que profundizaba en la Palabra, para que les leyera el libro de la ley. Esdras y su equipo leyeron la Palabra de Dios con énfasis, y el pueblo estuvo atento y lloró al escucharla. La lectura produjo un quebrantamiento, arrepentimiento y adoración en el pueblo. La Palabra de Dios debe producir un efecto en nosotros y debe ser meditada diariamente.
La palabra de Dios trae alegría, obediencia, confesión y transformación. Un avivamiento se caracteriza por arrepentimiento y transformación completa de una iglesia, ciudad o nación. La palabra de Dios trae sanidad, restauración, poder, liberación y prosperidad integral. La generación joven necesita abrazar la palabra de Dios y transmitirla viviéndola. Se debe pedir al Espíritu Santo que produzca hambre y sed de la palabra de Dios en el corazón y que dé sabiduría, revelación y unción para comprenderla.
El sermón fundacional que acabamos de escuchar es fundamental para cualquier avivamiento que queramos recibir. El Señor ha estado hablando mucho acerca de arrepentimiento y consagración del pueblo, y eso comienza a través de este sermón. Debemos ser un pueblo de la palabra y nuestros jóvenes deben aprender a amar y conocer la palabra más y más cada día. Agradecemos a nuestras hermanas que han compartido con nosotros en este día y pedimos bendiciones para ellas y para todo el pueblo que quiere servir al Señor. Amén.Dios les bendiga. Hace un año exactamente, el 4 de noviembre, celebrábamos el retiro de mujeres y en el mismo momento que nuestro retiro se terminaba, Dios se llevó, le dio una invitación a una gran y sencilla mujer a vivir con él por la eternidad, la eternidad que él había pactado con ella 51 años antes, cuando ella aceptó al Señor. Todavía hay tristeza en nuestros corazones, pero nosotros estamos a la misma vez gozosos de que Toñita está viva que nunca, aunque no esté aquí está más viva que nunca al lado del Señor y está disfrutando del galardón que el Señor le tenía prometido.
Toñita tenía muchos nombres, para una era Tonia, para uno era Tonia específicamente, para otros era mi mami, era suegra, era abuela, tía, amiga, consejera, intercesora. Ella extendió su maternidad mucho más allá de los límites de la sangre y no pertenecía solo a su familia sino a muchos más como yo se que pertenecía a la vida de muchos de ustedes. Y por eso en este día nosotros queremos traerla a la memoria.