Recuérdales que estén sujetos a los gobernantes, a las autoridades; que sean obedientes, que estén preparados para toda buena obra.
(Titus 3:1)Que no injurien a nadie, que no sean contenciosos, sino amables, mostrando toda consideración para con todos los hombres.
(Titus 3:2)Porque nosotros también en otro tiempo éramos necios, desobedientes, extraviados, esclavos de deleites y placeres diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles y odiándonos unos a otros.
(Titus 3:3)Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y Su amor hacia la humanidad,
El nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a Su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo,
(Titus 3:5)que El derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador,
(Titus 3:6)para que justificados por Su gracia fuéramos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna.
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Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador,
(1 Timothy 2:3)Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza,
(1 Timothy 1:1)Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó,
(Ephesians 2:4)y a su debido tiempo, manifestó Su palabra por la predicación que me fue confiada, conforme al mandamiento de Dios nuestro Salvador,
(Titus 1:3)¿O tienes en poco las riquezas de Su bondad y tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?
(Romans 2:4)La Ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,
(Romans 5:20)no defraudando, sino mostrando toda buena fe, para que adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador en todo respecto.
(Titus 2:10)De otra manera, a Cristo le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.
(Hebrews 9:26)Porque por esto trabajamos y nos esforzamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los creyentes.
(1 Timothy 4:10)y que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Cristo Jesús, quien puso fin a la muerte y sacó a la luz la vida y la inmortalidad por medio del evangelio.
(2 Timothy 1:10)