Llamados a ser santos
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El autor de la carta de Filipenses, Pablo, y su compañero Timoteo, se presentan a sí mismos como siervos de Jesucristo y llaman a todos los cristianos en Filipos santos en Cristo Jesús. El autor también explica que cuando una persona acepta la obra de Cristo en la cruz, automáticamente es santificada y se le asigna una condición de criatura santa delante de Dios. Sin embargo, también hay un proceso de creciente santificación que ocurre en la vida de un cristiano, donde deben purificarse más y más hasta llegar a ser como Cristo Jesús. Este proceso es gradual y puede ser difícil, pero es importante para que el pueblo de Dios sea un conductor adecuado de la Gloria de Dios en la Tierra. El llamado de Dios a la santidad es un llamado a una vida consagrada y entregada a Él.
El llamado a la santidad es algo que muchos temen debido a sus imperfecciones y malos hábitos. Sin embargo, Dios nos llama a ser un pueblo de santidad y apartarnos de la impureza del mundo. El apóstol Pablo nos exhorta a ser irreprensibles y puros, brillando en medio de una generación maligna y perversa. En este tiempo de la historia de la humanidad, el llamado a la santidad del pueblo de Dios se vuelve más urgente debido a la creciente perversidad de la sociedad. Debemos ser diferentes y ejemplificar la santidad de Dios. Debemos morir al mundo y vivir para Él. En este tiempo de la historia, se requiere un nivel excepcional de pureza y compromiso con el Señor. Dios nos llama a ser un pueblo santo y agradable a Él.
El mundo en el que vivimos es cada vez más malvado y perverso, y solo aquellos que se comprometen firmemente con el Señor podrán sobrevivir. Debemos ser diferentes y un pueblo santo y agradable a Él. Debemos cerrar toda brecha en nuestra vida, comprometernos con el Señor y fortalecer nuestras rodillas y brazos caídos. Debemos prepararnos y purificarnos para poder afectar el mundo y hacer brillar la luz de Dios en él. No debemos ceder el mundo al diablo y creer que Dios puede brillar en esta nación. Debemos ser una familia ejemplar y bendecir esta nación espiritualmente con nuestras oraciones y valores espirituales. Oremos para que Dios nos afirme fuertemente en este llamado a la santidad y nos lleve todo lo que no sea de Él. Que Su Palabra y Su presencia sean tan reales en nuestra vida como lo son en este momento de adoración. Dios les bendiga.Filipenses capítulo 1. Estamos meditando, partiendo de la carta a los Filipenses, y Dios nos ha puesto en estas semanas a hablar acerca del llamado de Dios a la santidad, el llamado de Dios a la consagración, a la entrega de nuestras vidas, a la santificación de nuestras vidas, yo espero que tú estés recibiendo esto como una Palabra directamente para tu vida
, y aún si tú eres nuevo en la fé, nuevo en esta Iglesia, Dios está llamando a ti, Dios está llamando a nuestra congregación, como decía una de las hermanas que estaba orando aquí, Dios está llamando esta Iglesia a limpiarnos, a prepararnos, a ser vasijas adecuadas para que su unción pueda caber en nosotros, nosotros tenemos ambición de hacer cosas grandes para el Señor, de redimir vidas para Cristo, jóvenes, gente deambulante, todo esto pero se requiere un conductor adecuado para la Gloria de Dios en una ciudad como esta.