El desafio de la santidad
Faustino de Jesús Zamora VargasSantidad no es sólo estar consagrado para el servicio a Dios, sino también significa desviarnos de todo lo que no es santo, en obediencia, y huir por consiguiente de la tentación y del pecado al que estaremos siempre expuestos
en el proceso de crecimiento espiritual. El cristiano debe santificarse, es decir consagrarse, pero esto no basta. Él necesita también que tal consagración llevé implícita una conducta irreprensible, testimonial, de amador de las cosas de Dios, que evite las pasiones de la carne y se someta enteramente a Él.