Nueva Biblia Latinoamericana
Y dijo al que estaba encargado del vestuario: "Saca vestiduras para todos los adoradores de Baal." Y él les sacó vestiduras. (2 Reyes 10:22)
Jehú entró en la casa de Baal con Jonadab, hijo de Recab; y dijo a los adoradores de Baal: "Busquen y vean que no haya aquí con ustedes ninguno de los siervos del SEÑOR, sino sólo los adoradores de Baal." (2 Reyes 10:23)
Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: "El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en manos de ustedes, dará su vida por la de él." (2 Reyes 10:24)
Tan pronto como acabó de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a la guardia y a los oficiales reales: "Entren, mátenlos; que ninguno salga." Y los mataron a filo de espada; y la guardia y los oficiales reales los echaron fuera, y llegaron hasta el aposento interior de la casa de Baal.
Sacaron los pilares sagrados de la casa de Baal, y los quemaron. (2 Reyes 10:26)
También derribaron el pilar sagrado de Baal y demolieron la casa de Baal, y la convirtieron en una letrina, hasta hoy. (2 Reyes 10:27)
Así Jehú extirpó a Baal de Israel. (2 Reyes 10:28)

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2 Reyes 10:25 - Referencia Cruzada

Y él les dijo: "Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'Póngase cada uno la espada sobre el muslo, y pasen y repasen por el campamento de puerta en puerta, y maten cada uno a su hermano y a su amigo y a su vecino.'" (Éxodo 32:27)
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y Tú les has dado a beber sangre. Se lo merecen." (Apocalipsis 16:6)
Pero oí que a los otros les dijo: "Pasen por la ciudad en pos de él y hieran; no tenga piedad su ojo, no perdonen. (Ezequiel 9:5)
Entonces Elías les dijo: "Prendan a los profetas de Baal, que no se escape ninguno de ellos." Los prendieron, y Elías los hizo bajar al torrente Cisón y allí los degolló. (1 Reyes 18:40)
Si tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, o tu hija, o la mujer que amas, o tu amigo entrañable, te invita en secreto, diciendo: 'Vamos y sirvamos a otros dioses' (a quienes ni tú ni tus padres han conocido, (Deuteronomio 13:6)
Los reuniré y atizaré sobre ustedes el fuego de Mi furor, y serán fundidos en medio de Jerusalén. (Ezequiel 22:21)