Entonces Jehú envió aviso por todo Israel y vinieron todos los adoradores de Baal, y no quedó ninguno que no viniera. Y cuando entraron en la casa de Baal, la casa de Baal se llenó de un extremo al otro.
(2 Reyes 10:21)Y dijo al que estaba encargado del vestuario: "Saca vestiduras para todos los adoradores de Baal." Y él les sacó vestiduras.
(2 Reyes 10:22)Jehú entró en la casa de Baal con Jonadab, hijo de Recab; y dijo a los adoradores de Baal: "Busquen y vean que no haya aquí con ustedes ninguno de los siervos del SEÑOR, sino sólo los adoradores de Baal."
(2 Reyes 10:23)Entonces entraron a ofrecer sacrificios y holocaustos. Y Jehú había colocado ochenta hombres afuera, y había dicho: "El que permita escapar a uno de los hombres que yo ponga en manos de ustedes, dará su vida por la de él."
Tan pronto como acabó de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a la guardia y a los oficiales reales: "Entren, mátenlos; que ninguno salga." Y los mataron a filo de espada; y la guardia y los oficiales reales los echaron fuera, y llegaron hasta el aposento interior de la casa de Baal.
(2 Reyes 10:25)Sacaron los pilares sagrados de la casa de Baal, y los quemaron.
(2 Reyes 10:26)También derribaron el pilar sagrado de Baal y demolieron la casa de Baal, y la convirtieron en una letrina, hasta hoy.
(2 Reyes 10:27)Otras publicaciones relacionadas con "2 Reyes 10:24":
2 Reyes 10:24 - Referencia Cruzada
Los demás huyeron a Afec, a la ciudad, y el muro cayó sobre los 27,000 hombres que quedaban. También Ben Adad huyó y se refugió en la ciudad en un aposento interior.
(1 Reyes 20:30)