Entonces ella subió y lo puso sobre la cama del hombre de Dios, cerró la puerta, y salió.
(2 Reyes 4:21)Luego llamó a su marido y le dijo: "Te ruego que me envíes uno de los criados y una de las asnas, para que yo vaya corriendo al hombre de Dios y regrese."
(2 Reyes 4:22)Y él dijo: "¿Por qué vas hoy a él? No es luna nueva ni día de reposo." Y ella respondió: "Quédate en paz."
(2 Reyes 4:23)Entonces ella aparejó el asna y dijo a su criado: "Arrea y anda; no detengas el paso por mí a menos que yo te lo diga."
Y ella fue y llegó al hombre de Dios en el Monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la vio a lo lejos, dijo a Giezi su criado: "Mira, allá viene la Sunamita.
(2 Reyes 4:25)Te ruego que corras ahora a su encuentro y le digas: '¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido? ¿Le va bien al niño?'" Y ella respondió: "Estamos bien."
(2 Reyes 4:26)Pero cuando ella llegó al monte, al hombre de Dios, se abrazó de sus pies. Y Giezi se acercó para apartarla, pero el hombre de Dios dijo: "Déjala, porque su alma está angustiada y el SEÑOR me lo ha ocultado y no me lo ha revelado."
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2 Reyes 4:24 - Referencia Cruzada
Moisés tomó a su mujer y a sus hijos, los montó sobre un asno y volvió a la tierra de Egipto. Moisés tomó también la vara de Dios en su mano.
(Éxodo 4:20)Y después de haber comido pan y de haber bebido agua, aparejó el asno para él, para el profeta que había hecho volver.
(1 Reyes 13:23)Entonces dijo a sus hijos: "Aparéjenme el asno." Le aparejaron el asno, se montó sobre él,
(1 Reyes 13:13)Y dijo a sus criados: "Vayan delante de mí; porque yo los seguiré." Pero no dijo nada a su marido Nabal.
(1 Samuel 25:19)