Nueva Biblia Latinoamericana
El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, subieron contra Ramot de Galaad. (1 Reyes 22:29)
Y el rey de Israel dijo a Josafat: "Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropas reales." El rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla. (1 Reyes 22:30)
Pero el rey de Aram había ordenado a los treinta y dos capitanes de sus carros, diciendo: "No peleen contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel." (1 Reyes 22:31)
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "Ciertamente éste es el rey de Israel," y se desviaron para pelear contra él, pero Josafat gritó.
Al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo. (1 Reyes 22:33)
Un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo a su cochero: "Da la vuelta y sácame de la batalla, pues estoy gravemente herido." (1 Reyes 22:34)
Pero la batalla arreció aquel día, y el rey fue sostenido en su carro frente a los Arameos y al atardecer murió. La sangre de la herida corría hasta el fondo del carro. (1 Reyes 22:35)

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1 Reyes 22:32 - Referencia Cruzada

Entonces Jonás oró al SEÑOR su Dios desde el vientre del pez, (Jonás 2:1)
Al acercarse Faraón, los Israelitas alzaron los ojos, y vieron que los Egipcios marchaban tras ellos. Entonces los Israelitas tuvieron mucho miedo y clamaron al SEÑOR. (Éxodo 14:10)
Amo al SEÑOR, porque oye Mi voz y mis súplicas. (Salmos 116:1)
Invoca Mi nombre en el día de la angustia; Yo te libraré, y tú Me honrarás." (Salmos 50:15)
El que anda con sabios será sabio, Pero el compañero de los necios sufrirá daño. (Proverbios 13:20)
Me invocará, y le responderé; Yo estaré con él en la angustia; Lo rescataré y lo honraré; (Salmos 91:15)
Cántico de ascenso gradual. Desde lo más profundo, oh SEÑOR, he clamado a Ti. (Salmos 130:1)
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "Este es el rey de Israel;" y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él, (2 Crónicas 18:31)