Micaías le respondió: "Si en verdad vuelves en paz, el SEÑOR no ha hablado por mí." Y añadió: "Oigan, pueblos todos." (1 Reyes 22:28)

El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, subieron contra Ramot de Galaad. (1 Reyes 22:29)

Y el rey de Israel dijo a Josafat: "Yo me disfrazaré para entrar en la batalla, pero tú ponte tus ropas reales." El rey de Israel se disfrazó y entró en la batalla. (1 Reyes 22:30)

Pero el rey de Aram había ordenado a los treinta y dos capitanes de sus carros, diciendo: "No peleen contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel."

Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: "Ciertamente éste es el rey de Israel," y se desviaron para pelear contra él, pero Josafat gritó. (1 Reyes 22:32)

Al ver los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, dejaron de perseguirlo. (1 Reyes 22:33)

Un hombre disparó su arco al azar e hirió al rey de Israel por entre la juntura de la armadura. Y él dijo a su cochero: "Da la vuelta y sácame de la batalla, pues estoy gravemente herido." (1 Reyes 22:34)

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1 Reyes 22:31 - Referencia Cruzada

Salieron al mediodía, mientras Ben Adad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas junto con los treinta y dos reyes que lo ayudaban. (1 Reyes 20:16)

Entonces Ben Adad, rey de Aram, reunió todo su ejército, y tenía con él treinta y dos reyes con caballos y carros; y subió, sitió a Samaria y peleó contra ella. (1 Reyes 20:1)

Pero el rey de Aram había ordenado a los capitanes de sus carros: "No peleen contra chico ni contra grande, sino sólo contra el rey de Israel." (2 Crónicas 18:30)

Haga, pues, esto: quite a los reyes, cada uno de su puesto, y ponga capitanes en su lugar. (1 Reyes 20:24)

Y los hombres tomaron esto como señal, y tomando de él la palabra prestamente dijeron: "Tu hermano Ben Adad vive." Y él dijo: "Vayan y tráiganlo." Entonces Ben Adad salió a él, y él le hizo subir en el carro. (1 Reyes 20:33)

Y a los hombres que estaban a la entrada de la casa los hirieron con ceguera desde el menor hasta el mayor, de manera que se cansaban tratando de hallar la entrada. (Génesis 19:11)

Morirán grandes y pequeños en esta tierra; no serán enterrados, ni los llorarán, y nadie se sajará ni se rapará por ellos. (Jeremías 16:6)

y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban en ella, grandes y pequeños, sin dar muerte a nadie. Se los llevaron y siguieron su camino. (1 Samuel 30:2)