Nueva Biblia Latinoamericana
Cualquiera de Acab que muera en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo." (1 Reyes 21:24)
Ciertamente no hubo nadie como Acab que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, porque Jezabel su mujer lo había convencido. (1 Reyes 21:25)
Su conducta fue muy abominable, pues fue tras los ídolos conforme a todo lo que habían hecho los Amorreos, a los que el SEÑOR había echado de delante de los Israelitas. (1 Reyes 21:26)
Cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sí y ayunó, se acostó con el cilicio y andaba abatido.
Entonces la palabra del SEÑOR vino a Elías el Tisbita, diciendo: (1 Reyes 21:28)
¿Ves como Acab se ha humillado delante de Mí? Porque se ha humillado delante de Mí, no traeré el mal en sus días; pero en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa." (1 Reyes 21:29)
Pasaron tres años sin que hubiera guerra entre Aram e Israel. (1 Reyes 22:1)

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1 Reyes 21:27 - Referencia Cruzada

Cuando el rey oyó las palabras de la mujer, rasgó sus vestidos y como él pasaba por la muralla, la gente miró, y vio que interiormente, llevaba cilicio sobre su cuerpo. (2 Reyes 6:30)
David rogó a Dios por el niño; y ayunó, y fue y pasó la noche acostado en el suelo. (2 Samuel 12:16)
Cuando llegó la noticia al rey de Nínive, se levantó de su trono, se despojó de su manto, se cubrió de cilicio y se sentó sobre ceniza. (Jonás 3:6)
Por eso aquel día, el Señor, DIOS de los ejércitos, los llamó a llanto y a lamento, A raparse la cabeza y a vestirse de cilicio. (Isaías 22:12)
¿Qué diré? Pues El me ha hablado y El mismo lo ha hecho. Andaré errante todos mis años a causa de la amargura de mi alma. (Isaías 38:15)
¿Es ése el ayuno que Yo escogí para que un día se humille el hombre? ¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, Y para que se acueste en cilicio y ceniza? ¿Llamarán a esto ayuno y día acepto al SEÑOR? (Isaías 58:5)
Cíñanse de cilicio , Y laméntense, sacerdotes; Giman, ministros del altar. Vengan, pasen la noche ceñidos de cilicio, Ministros de mi Dios, Porque sin ofrenda de cereal y sin libación Ha quedado la casa de su Dios. (Joel 1:13)
Jacob rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sus lomos y estuvo de duelo por su hijo muchos días. (Génesis 37:34)
Sobre mi piel he cosido cilicio, Y he hundido en el polvo mi poder (mi cuerno). (Job 16:15)
Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, mayordomo de la casa real, el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados, y le relataron las palabras del Rabsaces. (2 Reyes 18:37)
Entonces David dijo a Joab y a todo el pueblo que estaba con él: "Rasguen sus vestidos, y cíñanse de cilicio, y hagan duelo delante de Abner." Y el rey David iba detrás del féretro. (2 Samuel 3:31)