Hiram envió a sus siervos con la flota, marineros que conocían el mar, junto con los siervos de Salomón,
(1 Reyes 9:27)y fueron a Ofir, y de allí tomaron 14.3 toneladas de oro que llevaron al rey Salomón.
(1 Reyes 9:28)Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, por causa del nombre del SEÑOR, vino a probarlo con preguntas difíciles.
(1 Reyes 10:1)Llegó a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos cargados de especias, y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
Y Salomón contestó todas sus preguntas; no hubo nada tan difícil que el rey no pudiera explicárselo.
(1 Reyes 10:3)Cuando la reina de Sabá vio toda la sabiduría de Salomón, la casa que él había edificado,
(1 Reyes 10:4)los manjares de su mesa, las habitaciones de sus siervos, el porte de sus ministros y sus vestiduras, sus coperos, y la escalinata por la cual él subía a la casa del SEÑOR, se quedó sin aliento.
(1 Reyes 10:5)Otras publicaciones relacionadas con "1 Reyes 10:2":
1 Reyes 10:2 - Referencia Cruzada
Una multitud de camellos te cubrirá, Camellos jóvenes de Madián y de Efa. Todos los de Sabá vendrán, Traerán oro e incienso, Y traerán buenas nuevas de las alabanzas del SEÑOR.
(Isaías 60:6)Si alguien tratara de hablarte, ¿te pondrías impaciente? Pero ¿quién puede abstenerse de hablar?
(Job 4:2)Y el rey de Aram le dijo: "Ve ahora, y enviaré una carta al rey de Israel." Y él fue y llevó consigo 340 kilos de plata y 6,000 siclos (68.4 kilos) de oro y diez mudas de ropa.
(2 Reyes 5:5)Vino, pues, Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a la entrada de la casa de Eliseo.
(2 Reyes 5:9)Entonces ella dio al rey 4.1 toneladas de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca más entró tanta abundancia de especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
(1 Reyes 10:10)Y mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos.
(Lucas 24:15)Tan pronto como acabó de hablar con Abraham, el SEÑOR se fue, y Abraham volvió a su lugar.
(Génesis 18:33)Tiemblen, y no pequen; Mediten en su corazón sobre su lecho, y callen. (Selah)
(Salmos 4:4)aceite para el alumbrado, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático;
(Éxodo 25:6)Así que al día siguiente, cuando Agripa II y Berenice entraron al auditorio en medio de gran pompa, acompañados por los comandantes y los hombres importantes de la ciudad, por orden de Festo, fue traído Pablo.
(Hechos 25:23)Y Ezequías los escuchó y les mostró toda su casa del tesoro: la plata y el oro, las especias y el aceite precioso, su arsenal y todo lo que se hallaba en sus tesoros. No hubo nada en su casa ni en todo su dominio que Ezequías no les mostrara.
(2 Reyes 20:13)