Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces Abraham dijo: "No se enoje ahora el Señor, y hablaré. Tal vez se hallen allí treinta." "No lo haré si hallo allí treinta," respondió el SEÑOR. (Génesis 18:30)
Y &Abraham dijo: "Ahora me he atrevido a hablar al Señor. Tal vez se hallen allí veinte." Y El respondió: "No la destruiré por consideración a los veinte." (Génesis 18:31)
Entonces Abraham dijo: "No se enoje ahora el Señor, y hablaré sólo esta vez. Tal vez se hallen allí diez." "No la destruiré por consideración a los diez," respondió el SEÑOR. (Génesis 18:32)
Tan pronto como acabó de hablar con Abraham, el SEÑOR se fue, y Abraham volvió a su lugar.
Los dos ángeles llegaron a Sodoma al caer la tarde, cuando Lot estaba sentado a la Puerta de Sodoma. Al verlos, Lot se levantó para recibirlos y se postró rostro en tierra, (Génesis 19:1)
y les dijo: "Señores míos, les ruego que entren en la casa de su siervo y pasen en ella la noche y laven sus pies. Entonces se levantarán temprano y continuarán su camino." "No," dijeron ellos, "sino que pasaremos la noche en la plaza." (Génesis 19:2)
El, sin embargo, les rogó con insistencia, y ellos fueron con él y entraron en su casa. Lot les preparó un banquete y coció pan sin levadura, y comieron. (Génesis 19:3)

Otras publicaciones relacionadas con "Génesis 18:33":

Dr. Roberto Miranda
Sermon clásico #6059: Como ganar perdiendo
En este sermón se habla sobre la importancia de la comunicación con Dios y el principio de ceder en la vida cristiana, utilizando la historia de Abraham y Lot como ejemplo.


Gregory Bishop
Un viaje de crecimiento espiritual
En este artículo se habla sobre la historia de los patriarcas de la Biblia, centrándose en Abraham y su viaje de crecimiento espiritual al confiar en Dios y seguir sus promesas. También se menciona la importancia de confiar en Dios y se habla sobre la historia de Melquisedec, el rey sacerdote que ministró a Abraham.


Génesis 18:33 - Referencia Cruzada

Entonces los hombres se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma. Abraham iba con ellos para despedirlos. (Génesis 18:16)
Entonces el hombre dijo: "Suéltame porque raya el alba." "No te soltaré si no me bendices," le respondió Jacob. (Génesis 32:26)
Labán se levantó muy de mañana, besó a sus hijos y a sus hijas, y los bendijo. Entonces Labán se fue y regresó a su lugar. (Génesis 31:55)
Entonces los hombres se apartaron de allí y fueron hacia Sodoma, mientras Abraham estaba todavía de pie delante del SEÑOR. (Génesis 18:22)