Nueva Biblia Latinoamericana
escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, y haz conforme a todo lo que el extranjero Te pida. Para que todos los pueblos de la tierra conozcan Tu nombre para que Te teman, como Te teme Tu pueblo Israel, y para que sepan que Tu nombre es invocado sobre esta casa que he edificado. (1 Reyes 8:43)
Cuando Tu pueblo salga a la batalla contra su enemigo, por cualquier camino que Tú los envíes, y oren al SEÑOR vueltos hacia la ciudad que Tú has escogido y hacia la casa que he edificado a Tu nombre, (1 Reyes 8:44)
escucha desde los cielos su oración y su súplica, y hazles justicia. (1 Reyes 8:45)
Cuando pequen contra Ti (pues no hay hombre que no peque) y estés lleno de ira contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y éstos los lleven cautivos a la tierra del enemigo, lejos o cerca,
si recapacitan en la tierra adonde hayan sido llevados cautivos, y se arrepienten y Te hacen súplica en la tierra de los que los llevaron cautivos, diciendo: 'Hemos pecado y hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente,' (1 Reyes 8:47)
si se vuelven a Ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de sus enemigos que los llevaron cautivos, y oran a Ti vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido, y hacia la casa que he edificado a Tu nombre, (1 Reyes 8:48)
entonces escucha Tú desde los cielos, el lugar de Tu morada, su oración y su súplica y hazles justicia. (1 Reyes 8:49)

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1 Reyes 8:46 - Referencia Cruzada

Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. (1 Juan 1:8)
Además, el SEÑOR te dispersará entre todos los pueblos de un extremo de la tierra hasta el otro extremo de la tierra; y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que ni tú ni tus padres han conocido. (Deuteronomio 28:64)
y el SEÑOR los desarraigó de su tierra con ira, con furor y con gran enojo, y los arrojó a otra tierra, hasta hoy.' (Deuteronomio 29:28)
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, Nos apartamos cada cual por su camino; Pero el SEÑOR hizo que cayera sobre El La iniquidad de todos nosotros. (Isaías 53:6)
por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios. (Romanos 3:23)
¿Qué es el hombre para que sea puro, O el nacido de mujer para que sea justo? (Job 15:14)
Tuya es la justicia, oh Señor, y nuestra la vergüenza en el rostro, como sucede hoy a los hombres de Judá, a los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, a los que están cerca y a los que están lejos en todos los países adonde los has echado, a causa de las infidelidades que cometieron contra Ti. (Daniel 9:7)
SEÑOR, si Tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿Quién, oh Señor, podría permanecer? (Salmos 130:3)
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra Que haga el bien y nunca peque. (Eclesiastés 7:20)
Todos nosotros somos como el inmundo, Y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas. Todos nos marchitamos como una hoja, Y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran. (Isaías 64:6)
Porque todos fallamos (ofendemos) de muchas maneras. Si alguien no falla en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. (Santiago 3:2)
¿Quién hará algo limpio de lo inmundo? ¡Nadie! (Job 14:4)
En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria y se llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los Medos. (2 Reyes 17:6)
Y el SEÑOR se enojó en gran manera contra Israel y los quitó de su presencia. Sólo quedó la tribu de Judá. (2 Reyes 17:18)
Y no entres en juicio con Tu siervo, Porque no es justo delante de Ti ningún ser humano. (Salmos 143:2)
Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones. Jerusalén será pisoteada por los Gentiles, hasta que los tiempos de los Gentiles se cumplan. (Lucas 21:24)
Entonces la tierra gozará de sus días de reposo durante todos los días de su desolación, mientras que ustedes habiten en la tierra de sus enemigos; entonces descansará la tierra y gozará de sus días de reposo. (Levítico 26:34)
Ahora bien, sabemos que cuanto dice la Ley, lo dice a los que están bajo la Ley, para que toda boca se calle y todo el mundo sea hecho responsable ante Dios. (Romanos 3:19)
¿Quién puede discernir sus propios errores? Absuélveme de los que me son ocultos. (Salmos 19:12)
¿Quién puede decir: "Yo he limpiado mi corazón, Limpio estoy de mi pecado"? (Proverbios 20:9)
El SEÑOR te llevará a ti y a tu rey, al que hayas puesto sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres han conocido, y allí servirás a otros dioses de madera y de piedra. (Deuteronomio 28:36)
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