Nueva Biblia Latinoamericana
Pero aconteció que después de tres años, dos de los siervos de Simei huyeron a donde Aquis, hijo de Maaca, rey de Gat. Le avisaron a Simei: "Tus siervos están en Gat." (1 Reyes 2:39)
Simei se levantó, ensilló su asno y fue a Gat a ver a Aquis para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei y trajo sus siervos de Gat. (1 Reyes 2:40)
Pero informaron a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat y había vuelto. (1 Reyes 2:41)
Entonces el rey envió a llamar a Simei y le dijo: "¿No te hice jurar por el SEÑOR y te advertí seriamente: 'El día que salgas y vayas a cualquier parte, ten por seguro que ciertamente morirás'? Y tú me dijiste: 'La palabra que he oído es buena.'
¿Por qué, entonces, no guardaste el juramento del SEÑOR y el mandamiento que te impuse?" (1 Reyes 2:43)
Dijo además el rey a Simei: "Tú sabes todo el mal que hiciste a mi padre David, que tú reconoces en tu corazón; el SEÑOR, pues, hará recaer tu mal sobre tu propia cabeza. (1 Reyes 2:44)
Pero el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme delante del SEÑOR para siempre." (1 Reyes 2:45)

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1 Reyes 2:42 - Referencia Cruzada

En cuyos ojos el perverso es despreciado, pero honra a los que temen al SEÑOR; El que aun jurando en perjuicio propio, no cambia; (Salmos 15:4)
Pero el padre dijo a sus siervos: 'Pronto; traigan la mejor ropa y vístanlo; pónganle un anillo en su mano y sandalias en los pies. (Lucas 15:22)
El le contestó: 'Siervo inútil, por tus propias palabras te voy a juzgar. ¿Sabías que yo soy un hombre exigente, que recojo lo que no deposité y siego lo que no sembré? (Lucas 19:22)
Después el rey envió a llamar a Simei, y le dijo: "Edifícate una casa en Jerusalén, vive ahí y no salgas de allí a ninguna parte. (1 Reyes 2:36)